Caso Milani: Dos Cuestionamientos y la Paradoja Bahiense

La Comisión Provincial por la Memoria pidió la separación de su cargo del jefe del Ejército, general César Milani y su pase a disponibilidad. En un comunicado difundido este viernes, la institución, que co preside el ex fiscal general federal de Bahía Blanca, Hugo Omar Cañón, resalta que en la documentación aportada por el Centro de Estudios, Legales y Sociales al Senado, donde esta semana se decidió postergar la decisión sobre el ascenso del militar, «se demuestra, en principio, el vínculo de Milani con acciones represivas ilegales«. La Comisión pide que la justicia profundice la investigación y pondere si esos hechos «implican ó no la comisión de delitos de lesa humanidad» por parte del actual jefe del Ejército, ratificado en el cargo por la presidenta de la Nación. Días atrás, Noemí Labrune, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Neuquén, calificó a Milani como «experto en guerra psicológica» y recordó su paso por aquella provincia, a fines de la década del 90. En la nota ¿Un Gran Hermano al frente del Ejército? escribió que mientras en Bahía Blanca la Cámara Federal impulsaba el Juicio por el derecho a la verdad, el entonces teniente coronel Milani, como jefe del Batallón de Ingenieros en Construcciones 181, intentaba neutralizar el reclamo de las organizaciones de Derechos Humanos con una jornada de puertas abiertas. «Mas allá de sus vínculos, por acción u omisión, con un pasado nefasto ¿cuál es el propósito detrás del nombramiento de un especialista en inteligencia militar, al frente del Ejército?» se pregunta en la nota Labrune, quien fue testigo en el juicio que culminó el año pasado en la Universidad Nacional del Sur. Milani no tuvo actuación conocida en Bahía Blanca, aunque su relación con la ciudad se da de una manera que, ahora, se revela paradójica.

Una nota enviada en junio de 2010 a la APDH de Bahía Blanca le sirvió como argumento a esa entidad para volver a la carga con el pedido de separación del juez municipal de Faltas Ricardo Germani. El cuestionamiento al juez se había iniciado luego de que su nombre apareciera en el listado de agentes que habían revistado en el área de inteligencia del Ejército en los años de la dictadura. Lo paradójico es que quien firmaba aquella nota recibida por Eduardo Hidalgo, referente local de la APDH, era, según cita el periodista Diego Kenis, el Director General de Inteligencia del Ejército, el propio general de Brigada César Santos Milani, que también figura entre los miembros de los organismos de inteligencia entre 1976 y 1983. Su ingreso, nada menos que al emblemático Batallón 601, se produjo, según su legajo, diez días antes del retorno de la democracia.

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