No por las bondades de un decreto presidencial, sino por la intervención algo tardìa del ente de control, los usuarios de gas de Bahía Blanca no tendrán que abonar un adicional en sus facturas para mantener al buque regasificador. Con tenerlo cerca durante poco más de un par de meses y con buques que cada tanto le echan un fino, es suficiente malasangre. Un poco de historia. Como el proceso de regasificación, a prueba durante el año pasado, vino para quedarse porque las reservas de gas y la capacidad de generación no mejoran, el gobierno decidió crear por el decreto 2067 de noviembre de 2008 un Fondo Fiduciario para cubrir el costo de las importaciones de gas natural y las inyecciones a la red desde el Excelsior amarrado en White. Para nutrir ese Fondo, estableció un cargo a empresas y consumidores residenciales de todo el país que el ENARGAS, en una resolución del 15 de diciembre de 2008, le puso valor. Cuatro meses después, cuando ya muchas facturas habían llegado a los hogares con el adicional y comenzaban a espantar a mushoc usuarios por los montos a abonar por períodos donde las temperaturas todavía eran elevadas y el consumo de gas muy bajo, el Ente Regular decidió excluir del pago de ese aporte específico a los consumidores Residenciales 31º de varias provincias del país, entre ellas aunque parcialmente, Buenos Aires.
La marcha atrás con la medida se inició con una nota de la Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Infraestructura de la Nación que le pide al ENARGAS que elabore «nuevos umbrales de consumo» a partir de los cuales aplicar ese adicional «a las categorías residenciales». La revisión alcanza no sólo a las facturas por venir sino a las ya enviadas, por lo que deberán acreditarse los valores pagados en las boletas siguientes. Ahora bien, antes de sacudirle al usuario con el cargo en la factura, esa Subsecretaría ¿no pudo prever lo que iba a suceder? Lo mismo para el ENARGAS que ahora, al emitir la resolución que da marcha atrás con la medida y que puede leerse AQUI, se encarga de aclarar que lo hace «en su rol de defensa de los derechos de los consumidores». Es como si viene un tipo, te mete una piña sin darle motivo, te voltea, después te ayuda a levantarte del piso y te pide que lo aplaudas. ¡Cuando ni siquiera te debería haber golpeado!
Usuarios R31º: Residenciales 3, subcategoría 1, aquellos que consumen entre 1.200 y 1.500 m3 por año. (Fuente: Enargas, resolución 409 del 2008)
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