Circunscripción II, Sección B, fracción de la Chacra 172, Manzanas 172b y 172c, partida inmobiliaria: 007-1316-9. El frío lenguaje del catastro no es suficiente para apreciar el verdadero valor de las casi 14 hectáreas que la Universidad Nacional del Sur posee en una de las zonas más codiciadas de Bahía Blanca y a las que hoy podrían colgarles virtualmente el cartel «En Venta». Por aquello de que «no se valora, lo que no se conoce», Solo Local ofrece un video con imágenes del terreno comprendido entre las calles Pilmaiquén, Yapeyú, Sívori, Las Heras y el complejo de la Escuela de Agricultura y Ganadería, que se propone vender. Ese predio, que se extiende entre los barrios Patagonia y Palos Verdes, será el que esté en juego este miércoles a partir de las 19 en el aula magna de Colón 80 cuando se reúna la asamblea universitaria. Allí se pondrán a consideración de los representantes de los profesores, graduados, alumnos y no docentes (¿cuántos de ellos habrán concurrido al lugar para apreciarlo in situ?) dos dictámenes: uno propone la aprobación de la venta de los inmuebles propiedad de la Universidad con el objetivo de destinar el producido a la construcción de los edificios de dos departamentos académicos y otras obras de infraestructura (si alcanzan los fondos) en el campus de Altos del Palihue. El otro dictamen convoca a un plebiscito para que sea la comunidad universitaria en su conjunto la que opine sobre la conveniencia ó no de la enajenación de esas tierras adquiridas en los años 60, en esta etapa de la vida de la UNS. Para el rectorado, se trata de una «transferencia de activos«, mientras que para la recientemente creada Comisión en Defensa del Patrimonio de la UNS, la Universidad no podrá recuperar esa parte de su capital si se aprueba la autorización al Consejo Universitario para que inicie el proceso vendedor y de licitación de las futuras obras. El debate será público y cualquier ciudadano/a podrá asistir, tenga ó no participación en la vida universitaria, ya que hacia fuera de ese ámbito, al habitante bahiense le debería interesar, por un lado, el destino que se le dará a valiosísimos bienes públicos y por otro, la decisión que se adopte, ya que, por una u otra alternativa, impactará en el diseño y planeamiento de uno de los sectores más codiciados de la ciudad.
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