Este fin de semana largo arribó silenciosamente al puerto de Bahía Blanca una vieja conocida. Se trata de la draga DN 28, a la que se puede ver en esta foto tomada hace casi un año, el 21 de abril de 2011, en el mismo lugar donde amarra por estas horas, el muelle de carga general ministro Roque Carranza . En aquella oportunidad llegó, tal como se puede leer en esta newsletter de febrero de ese año del Consorcio de Gestión del Puerto de Ingeniero White para ejecutar una «modificación al contrato de dragado» y trabajar en los sitios de atraque de Ingeniero White y Galván, canal de acceso y Puerto Rosales. La draga DN 28, cuyas características técnicas se pueden ver en este enlace, pertenece a la firma Boskalis International, una de las dos empresas que, junto a Jan de Nul, conforman la UTE a la que el ente portuario le adjudicó de manera directa, las obras de ensanchamiento, dragado y mantenimiento del canal de acceso por valor de 124 millones de dólares, tras el fracaso de la licitación internacional convocada el año pasado. Pese a que el sitio oficial del consorcio portuario informa este martes en su sección Situación Operativa del Día que la draga se encuentra en los sitios 17-18 en «alistamiento» como se muestra al pie de esta captura de pantalla, la nave llegó para algo más que alistarse. De acuerdo a este radio aviso costero del Servicio de Hidrografía Naval «a partir del 01 de abril, tareas de dragado en puerto Ingeniero White sitios Nro. 17, 18, 19, 20, 21, sitios 5/6, 7/8, 9 Terminal Bahía Blanca, Muelle UTE, Muelle Cargil, Puerto Galván sitios Nro. 2/3, 4, 5, 6, 7, continuando en los muelles de Mega, Profertil y Louis Dreyfus«. Agrega el radio aviso que estas tareas «no obstruyen la navegación» y añade que «buques de entrada y salida que franqueen la zona, coordinarán paso con draga «DN-28», una hora antes por canal 12 SMM«. Es decir, que el quiera acercarse a los muelles por estos días, deberá pedirle permiso a la draga…
La tarea que estaría realizando esta embarcación, según ese radio aviso costero, es lo que se llama «dragado a pie de muelle», es decir, el retiro de sedimentos acumulados en los sitios donde atracan los barcos y no sobre el canal principal ya que su trabajo, según advierte el radio aviso, no afectará la navegación. De acuerdo a fuentes portuarias, las trabas en la licitación internacional, que finalmente quedó desierta y derivó en la polémica adjudicación directa, habrían comprometido la profundidad de algunos sitios, que al 16 de marzo pasado se encontraban en esta situación, de acuerdo a la información oficial del Consorcio que no actualizaba esos datos desde hacía casi un año. La llegada «despacito y por las piedras» de la draga se produce cuando aún la justicia provincial debe dar su palabra definitiva acerca de la realización ó no de la obra cuya adjudicación directa ha sido cuestionada desde diversos ámbitos, por ejemplo, el Congreso Nacional, según se puede leer aquí. Mientras por un lado, la Asociación Vecinal de Defensa del Ambiente de General Daniel Cerri, como puede leerse en este enlace, cuestiona la declaración de impacto ambiental otorgada en 2009 a la obra por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, una tercera empresa que inicialmente participó de la licitación internacional y luego quedó afuera, busca impugnar la adjudicación. Se trata de la firma belga Dredging International que desde fines del año pasado impulsa una medida cautelar para frenar el inicio de esos trabajos. La causa 12222 se sustancia ante la justicia contencioso administrativa que el 27 de diciembre pasado emitió su primer despacho y al día siguiente libró un oficio al Consorcio de Gestión del puerto. A fines de febrero de este año, se agregó un tercer cuerpo al expediente y el último paso que figura incorporado en la Mesa de Entrada Virtual al sistema judicial bonaerense, es un traslado de documentación a Dredging, del 15 de marzo pasado. Mientras tanto, la draga ya forma parte, otra vez, del paisaje portuario.
