(Notas de Usuarios) – Este 31 de marzo se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento del ex Presidente Raúl Alfonsín. Miles de personas se acercaron a él para despedirlo en el momento de su partida; se acercaron para despedirlo con el honor que solo los grandes merecen. A tres años de su desaparición siguen intactas entre nosotros sus enseñanzas, su dedicación por la justicia, la libertad, la institucionalidad, el bien común y fortalecimiento de la democracia. A él le tocó iniciar un camino hacia la vida democrática, que por fortuna hemos sabido conservar, pero muy perfectible aún. El entendía a la Democracia como algo que iba mucho más allá de una forma de gobierno; el intentó construir una forma de vida democrática en la que se respetaran la participación, las diferencias, las instituciones y la libertad. Por eso, para todos los argentinos es y será siempre “El Padre de la Democracia” sin ninguna dubitación.
Vale recordarlo hoy, transcribiendo un párrafo de su libro “La Cuestión Argentina”, impreso en noviembre de 1980, pág.191: …“El Radicalismo es antes que nada una requisitoria moral. Fue una ética antes que una ideología. O mejor, construyó sus ideas a partir de una concepción moral que lo obligó antes que nada a luchar por solucionar los problemas de los desposeídos y a levantar, por encima de cualquier otra la bandera de la dignidad del hombre y el respeto por sus derechos esenciales, Así, la libertad, la justicia y los derechos humanos en general, históricamente se constituyeron en el gran aglutinante de la Unión Cívica Radical que pudo desde sus inicios acoger en su seno a hombres que no pensaron exactamente igual en relación a la solución de diferentes problemas, pero que coincidían en ver al hombre como protagonista de la historia y destinatarios últimos de todos los esfuerzos”….
Gracias Raúl por tu compromiso militante por el bien común y por tus convicciones.
Nota de Solo Local: Patricia Piersigilli, autora de esta nota, es Concejal de la UCR de Bahía Blanca

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