El juicio por delitos de lesa humanidad que se sigue en Bahía Blanca contra diecisiete imputados estuvo centrado esta semana en el secuestro y desaparición de varios militantes peronistas en la ciudad de Viedma. Todos los capturados fueron trasladados al centro clandestino de detención La Escuelita donde sufrieron tormentos y vejaciones, como se puede leer aquí. Luego fueron trasladados a la cárcel de Villa Floresta y al penal de Rawson. Las víctimas arrastraron las consecuencias de aquel calvario durante varios años y algunos, como el caso de Eduardo «Bachi» Chironi que fue relatado de esta manera por su esposa Cristina Cévoli, no lograron llegar con vida a esta etapa juzgatoria. El estado de salud del obispo emérito de Viedma Miguel Hesayne, cuya labor de acompañamiento a los familiares en la búsqueda de los secuestrados fue resaltada y elogiada por los testigos, le impidió, por el momento, declarar al religioso de 88 años. Durante la declaración del martes de Oscar Bermúdez se produjo un tenso intercambio de opiniones acerca de los alcances del término subversivo. Quien dio origen a la polémica fue el abogado Víctor Benamo, que junto a los doctores Fernández Abello, Larrea y Czerniecki patrocina a los querellantes. La intervención de Benamo, ex rector de la Universidad Nacional del Sur en los años ´70 y representante local de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación, fue cuestionada tanto por Bermúdez, como por el fiscal Abel Córdoba y el juez Mario Tripputi, presidente del tribunal hasta este miércoles. Una crónica de ese momento de la audiencia y la reproducción textual del diálogo entre los mencionados puede leerse en este enlace, extraido del blog de la Comisión de Apoyo a los Juicios que registra cada uno de los testimonios y decisiones que se producen en el marco de las audiencias en el aula del rectorado de Avenida Colón 80.
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