(Notas de Usuarios)- “ El año que viene las clases comenzaran el 27 de febrero y culminarán a fines de Diciembre. Tendremos 190 días de clases como en los países más desarrollados y en ese camino pondremos todos los recursos disponibles para que todas las escuelas no sufran las consecuencias del calor en esa época del año; aumentaremos los valores de lo destinado a comedores escolares para adecuar la dieta de los alumnos y empezaremos a discutir un incremento sustancial en los salarios para los maestros en este año, así no llegar al momento del comienzo de las clases sin tener este problema solucionado. Y como la educación va a ser prioritaria en la nueva gestión, le daremos a los docentes el nivel salarial que se merecen después de años y años de condenarlos a ganar un salario que no cubre ni la mitad de la canasta familiar. También universalizaremos las asignaciones familiares sin techos ni topes salariales y eliminaremos el impuesto al trabajo, ya que los salarios no son ganancias.
Como en la época de nuestros abuelos, le volveremos a reintegrar a los docentes y a la escuela pública el rol social de respeto por la tarea impartida y en un esfuerzo de este gobierno nacional y popular, eliminaremos el asistencialismo y daremos trabajo genuino a los padres de los alumnos, terminando así con la tensión social que provoca tantos hechos de violencia en las escuelas. Repensaremos en un gran congreso pedagógico las políticas educativas y las reformas pedagógicas junto a los verdaderos protagonistas y conocedores de la realidad de la escuela publica, ya que nosotros, funcionarios, hace mucho tiempo que no pisamos una de ellas y que nuestros sueldos exorbitantes nos distorsionan la realidad del conjunto del pueblo.“
Estas declaraciones del ministro de educación sin escuelas de la Nación hubiesen sido tomadas con algarabía por las comunidades educativas de todo el país. Claro, si hubieran existido… En realidad y en concreto, solo existió el primer renglón luego adornado con floridas frases de autoelogio a su gestión. Y no debemos sorprendernos.
Estamos en periodo de elecciones y todos los alcahuetes del poder quieren quedar bien con “la jefa”. Y “mojarles la oreja” a quienes se atreven a protestar mostrando que toda esa idealidad declaratoria choca con la fuerza de la realidad.
Para ellos la matemática es poderosa: más días de clases, acumula más días de conocimiento, más días de chicos en las escuelas y más días de trabajo para esos seudotrabajadores para que así aprendan : más protesten, más van a trabajar…. Considerando que a quienes protestamos en educación nos va marcadamente mejor que a otros trabajadores que protestan, (todavía no nos metieron presos y no mandaron a la patota a escarmentarnos) tenemos que estar aliviados. O agradecer que estos burócratas de oficina hace tanto que lustran la silla confortable de sus oficinas que se olvidan que los docentes trabajamos hasta el último día hábil de diciembre y empezamos en las primeras semanas de febrero.
O quizás confían que los candidatos a diputados que seguramente van a ganar (¡hasta con votos docentes!) Mario Oporto (actual y ex Director General de Escuelas), Adriana Puigross (su antecesora) y Graciela Gianettasio (impulsora de la Ley Provincial de Educación destructora de la Escuela Publica y varias generaciones de chicos) sigan su derrotero en el Congreso y exterminen a los docentes como trabajadores con derechos, logrando lo que todos ellos vienen proponiendo desde hace tiempo: una mansa casta de obreros precarizados, que solo contribuyan a llegar a los números que les proporcionen beneficios políticos. ¿La escuela publica? ¡¡¡Para los pobres!!! El Estado le garantizará una escuela privada a aquel que pueda pagarla. Y sino, será alguna empresa que se haga cargo a cambio de algún que otro favor, alguna refinería contaminante, alguna minita a cielo abierto, un dragadito de Puerto que destruya el medio ambiente…. Nada grave, pensando que a cambio tendremos 190 lustrosos e impecables días de clase, ¿Contenidos, recursos, infraestructura, presupuesto, situación salarial y social? Eso queda para el próximo discurso….. Perdón. Hoy más que bronca, me brota la ironía…..
El autor de esta nota de usuarios, Raúl López, es secretario general del SUTEBA Bahía Blanca y candidato a intendente por Proyecto Sur
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