Claro Ejemplo de Periodismo Ciudadano

humo_en_white_001«Me reportan llamas y humo desde Ingeniero White. En el 911 me dijeron recién que no tienen noticias de ningún incidente. ¿Alguien sabe algo«. El aviso y el interrogante lanzados a la red en la noche del martes por Sandra Crucianelli a través de su perfil público en Facebook constituyeron el paso inicial de un claro ejemplo de periodismo ciudadano y dejaron evidenciado el rol decisivo que juegan en su desarrollo las redes sociales. La cadena de solidaridad informativa que se fue enhebrando a partir de ese post con la participación de otros colegas y de los propios vecinos del sector no sólo se constituyó por sí sola en una pieza noticiosa (con audio e imágenes) sino también en un elemento de control vital para los ciudadanos preocupados por el medio ambiente y su comunidad. Fruto de esa conjunción espontánea quedó al descubierto el mensaje contradictorio entre lo que se le informaba a la gente a través del 911 (literalmente que «no pasaba nada» como puede oirse en la comunicación teléfonica que aparece al comienzo de este video) y la versión que el Comité Técnico Ejecutivo divulgaba al mismo tiempo a la prensa y era recogida por dos periodistas de Canal 7. La incertidumbre que trasuntan en Facebook los mensajes de los pobladores mientras el fenómeno se estaba desarrollando y las explicaciones oficiales diferían, constratan con la minimización del incidente que esbozó al día siguiente la responsable de la comunicación institucional de Dow, como pretendido (y repetido) cierre de esta historia. El final de esta historia (¿es el final?) por más tranquilizador que se lo quiera pintar (¿lo es?) no borra las horas previas en las que el temor y la angustia volvieron a capear en la zona de la ciudad cercana al polo petroquímico.

 

Finalmente era la rotura de un compresor en uno de los cracker de Dow PBB Polisur (y no una conspiración de salamandras) lo que motivó el encendido en plena noche de la antorcha de la planta y el alerta vecinal. El fenómeno dio origen a una nube y resultó magnificado por las altas condiciones de humedad que presentaba el ambiente y al vapor de agua que, como norma de seguridad, se arroja sobre los gases que se fugan para transformarlos en inocuos, según explicó el director del CTE. En una entrevista concedida este miércoles al programa En Eso Estamos de FM de la Calle, que puede oirse aquí, el responsable del CTE Fernando Rey Saravia admitió que, en ausencia de información precisa, el vapor puede ser confundido con humo y volvió a poner el acento, como ya se intentó hacer no hace mucho tiempo hacia dentro de la Comisión de Control y Monitoreo, en callar al mensajero. No ya a la prensa como lo fue en aquel momento con la idea frustrada de limitar el acceso del periodismo a los temas tratados en el CCyM, sino en este último caso al vecino, al usuario de las redes sociales que transmite sensaciones e impresiones mientras la información, que deben aportar por ley los órganos oficiales, no aparece. Al tiempo que son repetidos los casos, admitidos por el propio Rey Saravia, en los que las empresas no cumplen en tiempo y forma con su deber de informar sobre los incidentes que ocurren al interior de sus plantas, desde la esfera pública, se insiste en sostener un sistema de alerta a través de medios de prensa (Radio Nacional, por ejemplo) que ha dado probadas muestras de su ineficacia y escaso alcance. Y mientras siga habiendo huecos, alguien se va a encargar de cubrirlos con su deber de ciudadano.

 

 

 

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