Entre Palito Ortega y Marcelo Tinelli

No será Daniel Scioli, pero… Mientras el gobernador, abonado permanente a la farándula vernácula, era ungido por mayoría en el Consejo del PJ bonaerense como candidato a la reelección, al intendente de Bahía Blanca se lo podía ver bien lejos de cuestiones preelectorales aunque muy cerca de un miembro del establishment artístico argentino y otrora mandamás de una provincia. La foto que ilustra esta nota fue subida a su cuenta en Twitter por el diputado Iván Budassi, uno más de los comensales oficialistas (¿no debería cambiarse el nombre si no va a haber más saleros en los restaurants de la provincia?) a los que agasajó Palito Ortega (sí, el mismo que acompañó a Eduardo Duhalde en la fórmula presidencial de 1999) con su presencia horas antes de su recital en General Cerri. «Aprendiendo de Palito» fue el comentario que agregó a la imagen el propio legislador, sin aclarar si hablaba de música o de política… Como puede verse en esta otra foto, parece que también hubo allí adelanto exclusivo de algunas canciones, al término de una velada, por lo que se ve además, bien regada de vinos. El jueves el jefe comunal bahiense había tenido contacto, aunque más lejano, con otro nombre pesado de la escena artística del país.

Tal cual lo publica el blog Bahía Crece que se ocupa de la gestión municipal, Breitenstein recibió ese día a los representantes de las entidades bahienses que podrían verse beneficiadas con el premio que entrega el programa Showmatch de Marcelo Tinelli. Según se lee en este post, el intendente dijo en el acto que desde la productora Ideas del Sur, responsable de ese envío televisivo, le habían solicitado al municipio «un listado de instituciones locales que necesitan muchísima atención». ¿Y el estado municipal qué hace por esa muchísima atención que necesitan? Agregó Breitenstein que la participación de las tres elegidas en el programa «es una manera de expresar y darle visibilidad al trabajo cotidiano de quienes forman parte de estas entidades». ¿Y tiene que venir un productora desde tantos kilómetros de distancia a ocuparse de esa tarea? ¿No es una manera de admitir la derrota del estado y hasta de la comunidad bahiense en la contribución cotidiana para sostenerles sus sueños?