Hace poco menos de dos años, apenas unas horas después de que Federico Susbielles, Dámaso Larraburu, el intendente de Bahía Blanca Cristian Breitenstein y compañía se dejaran ver juntos por primera vez en un acto público, el concejal Alejandro Curino salió públicamente a exponer el asunto con una claridad conceptual que no dejó espacio a la menor duda. Fue el 22 de junio de 2009, durante el programa radial que por entonces el periodista Luis Alberto Cano tenía en Radio Universal, hoy en FM Radio Music. En esa entrevista, Curino recordó “las largas conversaciones mantenidas con Susbielles”, cuando este intentaba convencerlo de que lo acompañase en su proyecto electoral.“Me llama la atención que se haya sentado al lado de Larraburu y del intendente, porque en esas charlas, todo momento, Federico vertió conceptos negativos, pero altamente negativos, sobre todo lo que podríamos denominar ‘larraburismo’ y específicamente sobre las personas de Larraburu y Cristian Breitenstein”, expresó Curino, textualmente en esa ocasión.
Acto seguido, recordó que con Susbielles a la cabeza y él como candidato a primer concejal, se hizo toda una campaña electoral en la que siempre se dijo adscribir al gobierno nacional y oponerse totalmente al local y dijo estar cada vez más convencido de ese rol.
“Fue a eso a lo que nos comprometimos con la gente y yo, salvo por alguna cuestión necesaria para la ciudad, que me obligue a hablar, porque hay que sentarse con todos para tratar de solucionar los problemas, no me siento en cuestiones cuasisociales a hablar con gente a la que considero malas personas”, agregó.
A mayor abundamiento, consideró que se puede considerar que hay buenas y malas personas dentro del ámbito político, como en todos los órdenes de la vida y que en un cargo representativo, uno se tiene que sentar a conversar con gente con la que en otras circunstancias no se sentaría, porque se trata de solucionarle problemas a los vecinos, pero consideró injustificable hacerlo en ocasiones “cuasisociales” (sic), como definió a la cena en el Club Argentino en la que Susbielles apareció junto a la plana mayor del oficialismo local.
“Yo no me siento con personas de las que vengo diciendo que son malas paersona, pero bueno, a lo mejor Susbielles tiene otra forma de ver las cosas y sí puede sentarse con personas de las que él habló largamente diciendo que no eran buenas personas”, expresó.
Además, el concejal Curino –cuyo mandato vencerá el próximo mes de diciembre—advirtió que, a su criterio, hay que ser muy cuidadoso con estas cosas, porque son las que cansan a la gente de la política y terminan haciendo pagar a los buenos políticos por los malos.
“Estas volteretas, estos saltos con garrocha de un lugar otro, esto de haber hecho toda una campaña diciendo que Larraburu esto y Breitenstein esto otro y después ir y sentarse con ellos en la primera fila, son las cosas que hacen que la gente descrea de la política”, amplió.
Finalmente, en la ocasión, reconoció que no era Susbielles el único que hacía estas cosas sino que lamentablemente había muchos ejemplos similares y ellos son los que provocan que, con una buena cuota de razón, muchos no crean absolutamente en nada.
“Yo le digo a la gente que mire, porque no todos somos así. Algunos seguimos cumpliendo, ya en el rol para el que fuimos elegidos, con lo que dijimos en nuestra campaña electoral”, concluyó.
Por si hace falta confirmar esta incandescente toma de posición, digna de ser tenida en cuenta no ya en la actividad política sino en todos los órdenes de la vida, sirve adjuntar a este reconocimiento el audio completo de aquel reportaje premonitorio.
Si desea escuchar el audio del concejal Curino haga clic aquí.
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