(Notas de Usuarios) – Sucedió el pasado viernes, por la noche, en un quincho del barrio cerrado Bosque Alto. El presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Ciccola convocó a varios periodistas y personalidades “notables” relacionadas con los medios de comunicación de la ciudad para compartir una cena informal. Cabe consignar que la palabra “notables” fue utilizada por el propio anfitrión para referirse a sus agasajados, entre los que se contaron Lorenzo Natali, el ingeniero Mario Minervino, Erika Tackla y también algunos de los directivos de la firma Rex Publicidad, responsable del manejo de la pauta publicitaria del organismo que preside Ciccola. El menú consistió, fundamentalmente, en una pata de ternera adobada, con los habituales aderezos y ensaladas. La atención de los invitados estuvo a cargo de dos de las personas de la más estrecha confianza del anfitrión. La referencia es para su padre Raúl (ex concejal, abogado y medio siglo atrás, cantor de tango de cierto renombre local bajo el seudónimo de “Carlos de Bahía”, vocalista junto a Miguel Ángel Lecube de la orquesta de Nicolás Tauro) y el polifacético Leandro Fernández Suñer, quien supo ser entrevistador televisivo, animador radial y también cantante melódico, devenido en secretario privado del actual presidente del HCD. Lo cierto es que a la hora de las palabras de ocasión infaltables en estas veladas, Ciccola reveló a los presentes su firme propósito de “escalar y crecer en el mundo de la política”, para lo cual consideró “clave” estrechar vínculos y confraternizar con personalidades de la comunicación, en especial de cara a las elecciones de este mismo año en las que no descarta postularse como senador provincial.
Pero también, anunció otra de sus estrategias primordiales a la hora de procurar consolidar su imagen como “hombre público”, preocupado por las cuestiones comunitarias y la resolución de demandas sociales a través del desarrollo de las más diversas herramientas políticas, en la senda de líderes a quienes suele calificar como sus inspiradores, tales los casos de Lula da Silva y el mítico sindicalista polaco Lech Walesa, en cuyos ejemplos, según sus palabras, pretende no sólo inspirarse sino “conjugarlos en código bahiense siglo XXI”.
En este último sentido sentido, el anfitrión sorprendió al anunciar a sus invitados su intención de emular a Marcelo Tinelli con la realización de una suerte de “Cantando por un Sueño” a nivel local en instalaciones del viejo teatro Rossini.
La variable local sería, en lugar de “cumplirle el sueño” a los participantes, que cada uno de ellos, actúe en representación de un club de barrio, de manera que el vencedor del concurso, logre un importante beneficio para la institución representada.
Ciccola invitó a los presentes, dada su condición de “personalidades bahienses” a que lo acompañen en la iniciativa, de ser posible animándose a cantar (hay algunos periodistas bahienses que cultivan la disciplina como hobby) y, por supuesto, promocionándola todo lo que sea posible de manera que llegue a transformarse en un auténtico suceso de expectativa.
Para ello, claro está, el aporte de Rex (desde donde, pauta mediante, se calificó a la idea como “brillante”) será fundamental a la hora de “comunicarle” a una ciudad ávida de estas propuestas la adrenalina de un certamen protagonizado por una suerte de naciente farándula vernácula.
Cabe consignar, hasta aquí, entre las acciones de mayor perfil público del actual presidente del Concejo la propuesta de suprimir garantías constitucionales con la que se despachó previo a asumir en el cargo, la financiación de un ciclo mediante el cual se invitó a chicos de distintos barrios a concurrir al cine y comer hamburguesas (¿dónde sino en el Bahía Blanca Plaza Shopping?) y su silenciosa participación en una serie de micros televisivos difundidos en cables locales en los que aparecía junto a directivos de clubes barriales que explicaban la actualidad de sus entidades.
Hay quienes recuerdan que quizás sea cierto aquello de que todo tiene que ver con todo: en este caso, los berretines incumplidos de cierto entorno, las ínfulas de jet set otros tantos diletantes y, por supuesto, los servicios de una agencia que se jacta como tarjeta de presentación de ofrecer “algo más que publicidad”.
Finalmente, cabe consignarse que los datos que aquí se mencionan fueron confirmados además de por testigos presenciales y asistentes a la reunión mencionada por más de uno entre los actuales compañeros de bancada de Ciccola, quienes manifestaron que lo apoyarán en la iniciativa.
A este último respecto no resultó posible discernir si en algún caso específico, esa adhesión obedeció a motivaciones compartidas o a la aviesa intención de empujar a Ciccola a dar un mal paso que pueda dejarlo mal parado de cara a anhelar un futuro cargo de mayor jerarquía para el cuál, entre los ediles oficialistas, podría haber más de un aspirante.
Enviado a Solo Local por Santiago Rosso
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