(Notas de Usuarios) – Durante la semana próxima pasada una gran parte de la población de la ciudad ha percibido y ha sufrido fuertes molestias debidas a la generación de olores de carácter desagradable provenientes desde la Refinería que la firma Petrobras S.A. posee en el complejo industrial. Este tipo de actividades industriales, por características intrínsecas generan, con cierta frecuencia, este tipo de inconvenientes para el entorno. La situación depende fundamentalmente de la tecnología instalada en los procesos, las tecnologías seleccionadas para realizar el tratamiento de las diversas corrientes de residuos y efluentes, el mantenimiento realizado sobre los procesos y los controles ambientales tanto internos como externos que se desarrollan. A estas alturas, y luego de varios años de funcionamiento con las mismas autoridades –lo que presupone que ha existido el tiempo necesario para desarrollar e implementar planes de trabajo y control- resulta, por lo menos llamativo, que los responsables del control ambiental del municipio tengan que salir a “llamar la atención” de una empresa privada, para que ésta modifique sus acciones o recapacite sobre el tema. Las empresas del Polo Petroquímico de Ingeniero White tienen un contacto cercano con la municipio, gracias a reuniones periódicas que realizan los distintos responsables de medio ambiente sin embargo, y dado los últimos acontecimientos, puede advertirse que tal contacto no es efectivo, no genera o promueve planes de mejora continua, por lo tanto, no se resuelven estos conflictos ambientales y su costo termina siendo “pagado” por lo vecinos, en detrimento de su calidad de vida.
La municipalidad debe actuar, controlando e infraccionando cuando corresponda. Pero su acción, en materia ambiental no comienza ni termina ahí. No basta con la imposición de una multa económica a una empresa privada.
Desde hace varios años, tanto el municipio como el gobierno provincial pertenecen al mismo sector político, es más, referentes bahienses en materia ambiental que han sido funcionarios del gobierno municipal han sido luego, funcionarios del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la Provincia, que es la Autoridad de Aplicación en materia ambiental para toda la Provincia de Buenos Aires y la encargada de accionar finalmente contra el sector privado cuando no se cumple con las normativas vigentes en cuanto a la protección ambiental.
Considerando lo expuesto, en todos estos años, ¿el OPDS no sabe en que situación se encuentra la Refinería de Petrobrás, tecnológicamente hablando? ¿No sabe el OPDS cual ha sido el desempeño ambiental de la Refinería en los últimos 5 años? ¿Ha recibido el OPDS, más allá de las actas de infracción labradas por el CTE, un plan de acción concreto para resolver los problemas que se plantean de manera frecuente?
No resulta valido como argumento que el municipio comunique que la situación se termina resolviendo entre abogados, donde supuestamente se “obtiene la razón” o se “gana” y se impone una multa a la empresa privada, preguntamos, esto es “ganar” en materia ambiental?.
Si la población que se encuentra en el entorno cercano de una planta, frecuentemente percibe olores a hidrocarburos, olores azufrados, olor a gas –emitidos por una antorcha de seguridad que se apago-, o cualquier otro tipo de molestias, no alcanza con “tener razón” en los fueros legales sino se pasa a la acción para mejorar la calidad de vida de los vecinos del sector. A este listado de “eventos” podríamos sumar perdidas desde ductos, contaminación de las aguas subterráneas, etc.
La municipalidad, como bien dijo el responsable del control ambiental en Ingeniero White, esta obligada a proteger a los habitantes de la ciudad. Consideramos que labrando solamente actas no se termina de cumplir con este objetivo, único y primordial.
Más que discursos, consideramos que es necesario plantear un debate serio, absolutamente transparente, en el cual tanto la provincia como el municipio exijan, mediante medios fehacientes, y a los cuales todos tengamos acceso, a las empresas que tienen o presentan estas situaciones, un plan de inversión en las áreas críticas que sea necesario.
Nuestra pregunta es, luego de los inconvenientes señalados y los eventos ambientales que de los cuales ha sido responsable Petrobras S.A. en el último tiempo: se ha exigido a la firma un plan de acción, adecuación o modernización tecnológica con plazos determinados a efectos de minimizar los impactos y molestias ambientales generados desde la empresa hacia el entorno?
Consideramos que esto, es en definitiva lo único que puede resolver y allanar el camino para minimizar los impactos ambientales que afectan la calidad de vida de los bahienses. Sería a todas luces interesante que el Responsable del organismo de control (CTE) pusiera en conocimiento de la población cual es el plan de acción, exigido o presentado por la empresa, a desarrollar en el corto y mediano plazo, considerando el comportamiento ambiental verificado en los últimos años.
Más allá de que la existencia de estos planes de modernización e inversión resultan ser el único camino viable para mejorar las condiciones del ambiente, es claro que, a estas alturas de los acontecimientos, tales medidas resultan ser notablemente tardías, y peor aún, demuestran que se actúa de manera espasmódica ante la queja vecinal. Esta situación indica el alto grado de desconsideración que existe, en materia ambiental, hacia los vecinos de Bahía Blanca.
La mejora en la calidad ambiental se logra mediante el desarrollo de inversiones y la modernización tecnológica, no existe otro camino o método. Cualquier otro camino no sirve y menosprecia la calidad de vida que los bahienses nos merecemos.
Enviado a Solo Local por Lic. Sebastian Serra. Auditor Ambiental. Experto en Políticas Ambientales. Partido GEN
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