Habría que hacer un poquito de historia , no estricta , diría yo cuasi profana , pero historia de vida bahiense. Hasta mediados de la década del 70, tercio final del siglo XX, vivíamos unos pocos menos bahienses que ahora pero la provisión de agua era correcta. ¿De donde salía si el dique Paso de las Piedras no existía? Salía del freático termal que tiene toda la ciudad en su subsuelo y de una cuenca que potabilizaba una planta depuradora en la localidad de Grünbein, de factura inglesa con piletas decantadoras mediante y que proveía, como actualmente lo sigue haciendo, a una parte de nuestra ciudad y a Punta Alta. Llegó la década del 60-70 y apareció el proyecto Dow. Sí Dow, como ahora, pero más viejo. Las vueltas de la vida y el gobierno de facto de turno, léase Onganía a a secas, en su siempre lacaya y genuflexa posición de quedar bien con los educadores de West Point, promete que el proyecto cierra su viabilidad con la provisión de agua y de paso mejoraría la provisión de agua potable a la ciudad. Pero primero estaba el proyecto Dow. Como ahora ¿vieron? Y pasaron 40 años …”La historia vuelve a repetirse”, diría el tango. Y pasaron y pasaron gobiernos, década del setenta, terminado el dique, gobierno Peronista, luego el oprobio del Proceso y vuelta la democracia en el 83 , gobierno radical, gobierno menemista, gobierno radical, gobierno peronista hasta hoy. Primero la administración del agua era del Estado provincial. A partir de Duhalde, que para quedar bien con las multinacionales del polo petroquímico, y en una vergonzante actitud de genuflexión, no solamente que decide no cobrarle los ingresos brutos , sino que también les hace un acueducto directo por cuenta de ABSA que pagamos todos. Sí, pagamos todos porque ABSA es 90 % provincial y 10 % de sus empleados. Por lo tanto, el acueducto directo al Polo lo pagamos todos. Luego vino la fiebre de privatización y el proceso fue siempre igual: hacer ineficiente lo del Estado desde el mismo Estado adrede para justificar que “… si se lo damos a una empresa privada va a ser mejor”. Y fue así que llego AZURIX , empresa norteamericana que como ya todos sabemos nos fue como nos fue. No hizo la más mínima inversión y se dedicó a clorar, filtrar y repartir y cobrar. Eso sí, invirtió en parte en medidores para cobrar hasta la ultima gota consumida pero de las pérdidas en la red ni noticias, de buscar fuentes alternativas para reforzar la producción y provisión de agua potable, ni hablar. El objetivo fue esquilmar una vez más al vecino. otal “…la gente ¿qué sabe?” Volvió entonces ABSA … y aquí estamos. Cuando llegué al gobierno municipal a fines del 2003, encontré muchas cosas a solucionar pero tratándose del tema que nos ocupa había dos temas potenciales: efluentes a la ría de todo tipo (y digo de todo tipo pues no solo debían controlarse los efluentes del polo petroquímico si no también los efluentes de la ciudad , llámese el perclorado de aguas pluviales y los residuos cloacales y la consiguiente provisión de agua potable). Pero por un lado había que comenzar y fue así que tuve varias reuniones con las autoridades de entonces del Ministerio de Obras Publicas, con la gerencia de ABSA , pero principalmente con Obras Publicas de la provincia que son quienes toman las decisiones, en virtud de que la provincia tiene mayoría en el directorio de ABSA. También el planteo se lo hice personalmente al entonces gobernador de la provincia Felipe Solá, no solamente explicándoles lo que pasaba sino cuáles podrían ser las alternativas de solución. Quiero aclararlo que esto lo comenté con legisladores de entonces de la ciudad. Pero en las cámaras provinciales, nadie hizo caso a mis reclamos. Entre las alternativas había un planteo muy simple, que era terminar la planta depuradora principal de ABSA y utilizar esa agua reciclada como agua industrial. Indicaba que debía llegarse a un acuerdo con las empresas del polo petroquímico y que ellas hicieran una pequeña inversión para los niveles de dividendos que tienen por la exportación de mercaderías desde el puerto de Bahía Blanca y que ellas se hicieran cargo de los costos de construir esa planta. Pero en el ejercicio de esa perversa perinola bahiense en la que todos sacan y nadie pone, me dijeron que estaba loco, que eso no se podía hacer y que las empresas lo tomarían a mal. Luego lo hablé con el entonces gerente de Relaciones que tenía la industria petroquímica en nuestra ciudad y también aludió que eso no se podía tratar y que ellos no estaban dispuestos a hacer ningún tipo de inversión en ese sentido. Y son así hoy las cosas que están como están. No hubo desidia, hubo decisión de llevar adelante el cambio pero el poder económico de turno se negó. Por supuesto que estos que hoy gobiernan,especialmente el actual intendente, estaban muchos de ellos en el Concejo Deliberante y estaban en contra de aquella decisión mía y hoy veo que se rasgan las vestiduras. Por favor tengamos memoria porque los hechos fueron concretos. La otra propuesta era analizar y desarrollar una nueva inversión en los pozos termales que están dispersos por toda la ciudad. No había que explorar nada , simplemente , si el pozo estaba inhabilitado había que hacer un pozo al lado y listosí se inyectaría a la red un importante caudal , siempre pensando y en el conocimiento que los lagos aluvionales, como el de Paso de las Piedras pueden tener estos ciclos de merma en su caudal. Esto está en cualquier tratado de Geohidrológia. Es por ello que necesito dejar en claro que hay posibilidades, que en algún momento y en un tiempo cercano se intentó iniciar acciones para prever esta contingencia que el pueblo de Bahía Blanca hoy padece. En algún momento se pensó que esto podía ocurrir, pero como es de costumbre, pensé, me transformé en molesto, las empresas veían en mí un potencial adversario para sus intereses y ayudados por los “periodistas estrellas” que tienen a sueldo, como de los políticos que mucho dicen y nada hacen, lograron en poco tiempo, con la complicidad de jueces fiscales y agentes de policías y dieciocho concejales, la complicidad política que nunca falta, sacarme del medio. Es que los viejos negocios debían continuar. Como continuaron….
Dr. Rodolfo Lopes
DNI 11089755
