El lunes de esta semana se supo que la jueza de Garantías Susana Calcinelli dispuso desvincular al fiscal Cristian Long de la causa que instruía por el crimen de Felipe Glasman. Sin embargo, poco se ha dicho hasta ahora con relación a los fundamentos de esa decisión. Solo Local pone a disposición de sus usuarios el documento completo de los argumentos expuestos por la magistrada, entre los que se cuentan indebidas y reiteradas intromisiones, así como interferencias en la relación entre los particulares damnificados y sus abogados, durante la instrucción del expediente. Para Calcinelli, el accionar del fiscal Long no fue objetivo, ya que intentó vincular, sin pruebas, a los hijos de Glasman y a los abogados que los representaron, con los intereses de la Asociación Médica de Bahía Blanca, a cuyos directivos el propio fiscal les ha imputado formalmente el encubrimiento del crimen de su padre. Entre los elementos que se analizaron en el marco de la recusación, la jueza acreditó que Long solicitó a los hijos de Glasman información sobre dos supuestas cuentas bancarias basándose en que ambos “titulares” habrían desconocido su existencia. Sin embargo, una de esas cuentas bancarias era la que Eduardo Glasman poseía abierta para el depósito de los alquileres de su departamento en Buenos Aires. La otra supuesta cuenta resultó ser un número telefónico de la oficina de la financiera Goldman Sachs, donde trabajaba el propio Eduardo Glasman. Hay más detalles en el artículo completo, mientras que el texto completo de la resolución puede leerse haciendo clic aquí.
Conforme se lee en el texto, la jueza de garantías no advirtió ninguna conducta reprochable de los hermanos Glasman, ni tampoco de sus letrados, que amerite el accionar del fiscal a quien adjudicó con su actitud haber agregado a las víctimas “un sufrimiento adicional, contrario a derecho”.
En relación a las intromisiones e interferencias en la relación de los hermanos Glasman con sus abogados, se mencionaron los casos de Héctor Bertoncello, Nidia Moirano y Alberto Bovino. A este último se lo intentó relacionar, reiterada y sistemáticamente según la jueza, con personas ó abogados que tienen vínculos con la AMBB.
En el caso de los dos primeros, Calcinelli hizo referencia a las acciones que tomó Long para apartar a Bertoncello del asesoramiento legal de la viuda de Glasman e intentar colocar en su lugar a Moirano.
La mencionada abogada reveló que el fiscal le admitió haber redactado él mismo el escrito para que Betty Sosnitzky, la viuda de Glasman, firmara el apartamiento de Bertoncello.
“El escrito lo hice yo y si esto trasciende me cuesta el puesto” declaró Moirano que le mencionó Long, al comentarle el episodio.
En cuanto al abogado Bovino, la jueza atribuyó a Long un intento de instalar la idea de un conflicto de intereses entre ambas partes damnificadas, esto es la AMBB y los hermanos Glasman, al establecer públicamente, a través de la prensa que existía una supuesta relación comercial de ese letrado con el abogado Silvestroni, patrocinante de la gremial médica.
Expresamente Calcinelli aclaró que su decisión no conlleva poner en tela de juicio la investigación en sí del caso, ni limitar las relaciones que el fiscal pudiera establecer con los medios de comunicación. Aunque la valoración que la magistrada hizo de las declaraciones que el fiscal realizó a cierto sector de la prensa fue decisiva para la resolución que adoptó.
También evaluó que el fiscal requirió información sobre las cuentas bancarias antes mencionadas, vía correo electrónico a los hermanos Glasman, después de haber ordenado librar los oficios, lo que consideró “un velado interrogatorio a los hijos como particulares damnificados, que carecía de justificación razonada”.
Laura y Eduardo Glasman declararon que la estrategia de Long ha sido que cuando ambos pretendían tomar intervención activa en la causa, el fiscal los ligaba con la AMBB, para tenerlos como sospechosos y paralizarlos.
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