(Notas de Usuarios) – Algunas situaciones planteadas en relación al enésimo viaje a Alemania del actual intendente de Bahía Blanca, en especial las referidas a su difusión o a las pretenciosas formas con que se intentó presentar lo que no era, acaso con la intención de justificar lo injustificable, sirven para revelar, una vez más por si hace falta, la patética maraña de connivencias que manejan unos cuantos hilos en nuestra ciudad. Es que lo que en un principio se presentó con bombos y platillos por los agentes publicitarios del intendente como “una invitación para integrar una comitiva presidencial”, gracias a una casualidad convenientemente revelada por Solo Local, terminó siendo poco menos que un “costoso” viaje cuya única utilidad concreta, según propias palabras de Breitenstein desde la supuesta tierra de sus ancestros, pareciera haber sido “gestionar la donación de algunos instrumentos musicales para una orquesta juvenil de Ingeniero White». Eso sí, desde allá, se aprovechó para anunciar los planes de levantar una “tecnópolis” en Bahía Blanca, como para que a oídos desavisados, engañados por la empalagosa maquinaria publicitaria comunal, pueda llegar a sonar que quizás ese y no comprobar si una viejecita de Münich regalaba unas panderetas debe haber sido la finalidad de esta nueva y “larga escapada” en Euros.
Es que la Presidenta de la Nación se ausentó del país 48 horas, pero el intendente de una ciudad del interior, seguramente ante los múltiples requerimientos de asuntos públicos que requerían de su presencia en la tierra de Beethoven y Goethe, debió permanecer bastante más de una semana.
Es que dentro del “medio pelo argentino” del que habló Don Arturo Jauretche, el “medio pelo bahiense” tal vez merezca un capítulo especial. Una tendencia que tal vez esconda determinados complejos de inferioridad que llevan a algunos a creerse algo que no son.
¿Qué puede llevar a un locutor diga que “después de viajar de ida y de vuelta con la presidenta, seguro que Cristian traerá muy buenas noticias para la ciudad”?
¿Lo mismo que motivó a un periodista a preguntarle al intendente “de qué pensaba hablar en 13 horas de vuelo compartido con Cristina”?
Y eso por poner dos ejemplos, agravados porque en ninguno de los dos casos medió por parte del intendente siquiera una mínima cuota de escrupulosidad, para aunque sea aclarar que “no iba a compartir avión con la presidenta”… Total si pasaba, pasaba…, todo al mejor estilo de acuerdo al Tomo I Capitulo I del Larraburu Básico, Que parezca que es pero en realidad no es. Hacer como que haces y después no haces. Total, la gente qué sabe…
Pero lo vieron. De no haber mediado la “casualidad” de un matrimonio bahiense que se cruzó con el intendente en el Free Shop de Ezeiza, un nuevo y enorme bolazo municipal se hubiera perpetrado en toda su dimensión.
Y aquí hubieran quedado unos cuantos que todavía creen que alcanza con escuchar ciertas radios para estar “informado”, convencidos de que Bahía no será capital de provincia, pero tiene un intendente que se codea de igual a igual con primeros mandatarios mundiales.
Y en este caso la culpa es tanto del chancho como de quienes le dan de comer, porque ya ni falta hace intentar el paralelo de preguntarse cuál hubiera sido el tratamiento de haberse comprobado esta reiterada “tergiversación”, por caso, durante la gestión que tuve el honor de conducir en la que, dicho sea de paso, no se gastaban a pesar de las presiones ejercidas hacia mi persona, las cifras siderales del dinero de todos que hoy se destinan a “manejar y manipular a la gente con respecto a como debe verse la imagen del intendente”.
Este servicio también incluye, no hacer preguntas incómoda y mirar para otro lado ante papelones impresentables, como sucedió en este caso.
O como sucede con cuestiones más graves, como las obras falladas, las promesas incumplidas, la reiteración de bloopers en perjuicio de todos.
Mientras tanto, más en el llano y lejos de los elevados círculos áulicos del alto entramado político internacional, por estas horas nos enteramos que bastante luego de lo que hubiera sido deseable, el Departamento Ejecutivo anunció que, finalmente y como correspondía, no se cobrarán a los vecinos las obras realizadas en mi gestión solventadas como en su momento dijéramos con fondos municipales, como corresponde, no cobrarlas indebidamente como dije hace meses. Algo es algo.
Entre eso y la posibilidad de que existan medios de comunicación alternativos como este, que nos alertan sobre el tamaño del engaño al que se nos intenta someter a los bahienses, compromiso y esfuerzo mediante, se encuentran motivos para la esperanza, siempre y cuando seamos cada vez más (como me consta que somos), los que asumimos el compromiso de ayudar a abrirle los ojos a nuestros semejantes para que, cuando llegue el momento, podamos obrar en consecuencia.
Enviado a Solo Local por Dr. Rodolfo Lópes. DNI 11.089.755
