(Notas de Usuarios) – ¿Por qué los sectores del «campo popular» o «nacionales y populares» no pudimos aún ocupar los espacios que nos garantiza la Ley de Servicios Audiovisuales? Intentare responder a esta pregunta sobre los inconvenientes en el sostenimiento de los medios comunitarios. El tema de las organizaciones sociales y la capacidad de administrar medios tiene una instancia anterior que tal vez te ayude a entender este tema. El movimiento de radios comunitarias es diverso ya desde su propia definición, en el continente hay múltiples formas de denominarnos. Radios, comunitarias, alternativas, participativas, ciudadanas, educativas, etc. Ha pasado más de medio siglo y no encontramos una sola definición. Si logramos sintetizar en que nos une un objetivo bien amplio: “somos proyectos políticos comunicacionales que intentamos transformar la realidad en la que vivimos”. Desde esa perspectiva, en nuestro país las radios nacieron en la década del 80 y hubo un pico de instalación de nuevas radios después de la crisis de 2001. Existen varias formas organizativas, mutuales, asociaciones civiles, cooperativas etc. Incluso algunas no tienen intenciones de configurarse bajo ninguna figura legal. Son grupos de vecinos que explotan una emisora generalmente en poblaciones pequeñas y que tienen un arraigo muy importante con su comunidad.
También están las radios que pertenecen a movimientos sociales, por ejemplo CTA, Pueblo Originarios, organizaciones piqueteras etc. Y proyectos que son medios de comunicación sin tener vinculación con una organización. La organización es el propio medio de comunicación. Esto tiene virtudes y debilidades. Aquellas que son medios de movimientos sociales logran tener un respaldo político y económico mas holgado de aquellas que no estan bajo esas estructuras.
Contexto Histórico
La mayoría de este tipo de medios nacieron en un momento donde los paradigmas de la época se modificaron profundamente, la caída del muro , el fin del socialismo real, la profundización de la tarea hecha por la dictadura, los fracasos en las experiencias guerrilleras en el caribe (Salvador y Nicaragua) etc. Las radios nacen en ese momento donde los procesos de participación social comienzan a contraerse. Si bien el primer lustro (1990 -1995) hubo un momento de mucha participación, sobre todo de resistencia a las políticas neoliberales, el impacto de esas políticas liberales golpearon duramente a estas organizaciones. Eso se expresó en los proyectos políticos comunicacionales y también en sus estructuras jurídicas legales.
Esa debilidad está en todas las organizaciones del país. Las que pudieron refugiarse y construir alianzas con otras expresiones son las que sobrevivimos. En nuestro caso el sostén vino por parte del movimiento cooperativo de crédito, en otros lugares fue diferente. Esta condición no se modificó y hemos transitado todos estos años, gracias al esfuerzo militante de mucha gente.
Actualidad
Hoy en día si bien existen opciones para acceder -vía políticas públicas- a algún tipo de financiamiento, los requisitos y formas para lograrlo, son imposibles de asumir por nuestras organizaciones. El Estado sigue siendo liberal en su estructura, mas allá de los discursos desarrollistas que vienen de sus jefes políticos.
Otra fuente de financiamiento que para nosotros seria fundamental es la pauta oficial, a la que no accedemos con nuestra emisora (FM de la Calle), desde la segunda intendencia de Jaime Linares.
Para nosotros lograr que se regule, mediante pautas democráticas, todo lo referido a este tema es una batalla pendiente.
Por eso en el documento de AMARC ponemos que la aprobación de la Ley de Medios es un punto de partida. Muchos de los apoyan y son parte de este gobierno se conformaron con la aprobación. Para nosotros hay que ir por más. Si no logramos generar medios que se sostengan y que sean altamente profesionales, la batalla por la construcción de sentido común con los medios monopólicos estará perdida.
Rol de La Nueva Provincia
En la ultima edición de Ecodias (ver aquí), se publicó información sobre la caída en las ventas del diario La Nueva Provincia. A partir de esos datos como disparador, se podría hablar del rol de LNP. El diario no puede medirse solo por la cantidad de diarios que imprime. Su impacto y hegemónica construcción de sentido común, va más allá de la cantidad de diarios que imprima.
LNP ocupa un lugar de privilegio dentro de la superestructura social. Lugar que comparte junto a la iglesia, las fuerzas represivas, el Estado y grupos económicos oligopólicos. Su rol es el de crear junto a los demás, una determinada serie de valores y saberes que son transmitidos a la sociedad de diferentes maneras. No necesita vender más diarios. Su línea editorial esta orientada a los cuadros de esa superestructura. Entiéndase por cuadros, a políticos, empresarios, jueces, curas. etc. Que no necesariamente conforman un grupo numeroso.
Por otro lado la llegada masiva de su mensaje no está depositada hoy en el diario; el rol de éste en el grupo empresario es la usina editorial; su masividad está depositada en el soporte radial. Su contacto con el público se hace más cotidiano desde ese lugar.
En lo estrictamente económico, uno puede ver como los suplementos editados por la empresa de publicidad REX ayudan a sostener la falta en la venta de diarios. Muchas veces las empresas que sostienen grandes pautas publicitarias, no necesitan mostrarse para vender sus productos. De qué le sirve al Polo Petroquímico publicitar sus productos, que no se venden directamente al público. Sin embargo aportan a sostener junto al estado municipal, provincial y nacional, la estructura hegemónica en la construcción del sentido común de la sociedad.
Resuelto el sostenimiento económico, la masividad del discurso esta garantizada en la propagación de la agenda planteada por LPN por una cadena de medios privados que repiten y realizan sus contenidos en base a la agenda marcada por el diario.
