El Uso de Fondos Comunales y la Participación Ciudadana en la Web

computer_data_180_144(Notas de Usuarios) – “Los actos de gobierno mejorarían su calidad si sintiesen el aliento del control sobre la nuca. Un aliento caliente, de animal hambriento…” (Marcos Aguinis). Son innumerables los problemas que desvalorizan el goce pleno del ejercicio democrático en nuestro país; uno de ellos, quizá el que emerja con más fuerza, es la falta de credibilidad y confianza en las instituciones y en las personas encargadas de su dirección. No cabe duda que la mayor responsabilidad en este sentido se encuentra allí, entre quienes ejercen efectivamente el poder en los distintos niveles de gobierno. No obstante lo antedicho, no es menos cierto que el mayor o menor grado de participación ciudadana constituye un elemento esencial al momento de establecer el grado de calidad institucional que existe en un ámbito geográfico determinado. Es por ello que la supervisión de los actos de gobierno y fundamentalmente el destino y debido uso de los dineros de los ciudadanos es y debe ser materia de permanente interés público. En el año 2000, durante el gobierno de Jaime Linares presenté – en mi condición de presidente del bloque de concejales oficialistas – un proyecto de ordenanza que disponía la puesta en marcha de un sistema denominado Control Activo. La ordenanza (que hoy aún está vigente) permitía en sus comienzos, conocer absolutamente todo lo que contrató o compró el estado municipal, con quién lo hizo, a qué precio y en qué condiciones. Su instalación gratuita para las arcas municipales, fue posible merced a la inestimable colaboración del Cr. Diego Montero y al convenio suscripto con la Red Argentina de Municipios Mariano Moreno y la Fundación Oscar Alende.

El sistema, que obtuvo por su funcionamiento reconocimientos de organismos internacionales, buscó transparentar la gestión gubernamental, aumentar el grado de participación ciudadana y eficientizar la gestión administrativa, permitiendo además un control interno y externo de la gestión pública y del funcionario. Desde allí se podían canalizar inscripciones como proveedores, suscripciones a expedientes, a nuevas compras, observación de proveedores y fundamentalmente controlar si los dineros de la comunidad son utilizados dentro de los términos comprendidos en la ley.

 

La importancia de contar con estos resortes informativos en tiempo real y en línea adquiría singular valor al considerar la legislación vigente respecto de la debida publicidad de los actos de gobierno y la actuación del Tribunal de Cuentas Provincial al momento de controlar las cuentas municipales. Todos sabemos que ambos mecanismos legales, si bien se cumplen formalmente, se llevan a cabo por medios burocráticos, alejados de la posibilidad de acceso de la población y con niveles de lentitud difíciles de compatibilizar con las exigencias actuales de un control dinámico y participativo.
Lamentablemente, en la actual gestión comunal, los datos que debe proporcionar el municipio a través de Control Activo son de acceso difícil y engorroso cuando no imposible, hecho este que desvirtúa el principal objetivo perseguido por el sistema: cuando el camino hacia la transparencia se lo torna dificultoso, también se hace dificultoso custodiar la presencia de ésta en los actos de gobierno. La excusa brindada por funcionarios municipales relativa a que la implementación del Rafam (Régimen de Reforma de la Administración Financiera) impide que algunos datos estén visibles es definitivamente pobre; La obligación del funcionario es que la ordenanza cumpla los objetivos perseguidos sin más.
Remedando la falencia oficial, gracias al trabajo de un vecino de nuestra ciudad – Manuel Aristarain – por estos días podemos visualizar de manera rápida y sencilla, toda la información que deberíamos tener desde la página de Control Activo del municipio.

El contraste entre la actitud de un vecino de la ciudad y la del gobierno municipal es notoria: cómo hacer simple lo que nos quieren hacer creer que es complicado.

Es hora que desde la actual gestión municipal se comprenda que la utilización de las tecnologías informáticas contribuye a transparentar la gestión pública a través de la participación democrática de la comunidad.

Para ello el Intendente debe garantizar la incorporación de la tecnología de referencia poniéndola a disposición de todos los habitantes de manera clara, ágil y sencilla (cosa que no hace en la actualidad).

A su vez debe comprender que la participación ciudadana a través de Internet se convierte en un aliado estratégico clave en el proceso de la toma de decisiones.

Por su parte, los vecinos debemos profundizar nuestro compromiso cívico manifestando un grado mayor de responsabilidad social, conciencia colectiva y sentido de pertenencia al conjunto de la comunidad ya sea por medio del uso de estas herramientas u otras prácticas democráticas. Ejemplo de esto último ha sido el Sr Manuel Aristarain, saludo y felicito desde estas líneas su conducta cívica.

Enviado a Solo Local por Lic. Facundo Arnaudo

 

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