(Notas de Usuarios) – “Los actos de gobierno mejorarían su calidad si sintiesen el aliento del control sobre la nuca. Un aliento caliente, de animal hambriento…” (Marcos Aguinis). Son innumerables los problemas que desvalorizan el goce pleno del ejercicio democrático en nuestro país; uno de ellos, quizá el que emerja con más fuerza, es la falta de credibilidad y confianza en las instituciones y en las personas encargadas de su dirección. No cabe duda que la mayor responsabilidad en este sentido se encuentra allí, entre quienes ejercen efectivamente el poder en los distintos niveles de gobierno. No obstante lo antedicho, no es menos cierto que el mayor o menor grado de participación ciudadana constituye un elemento esencial al momento de establecer el grado de calidad institucional que existe en un ámbito geográfico determinado. Es por ello que la supervisión de los actos de gobierno y fundamentalmente el destino y debido uso de los dineros de los ciudadanos es y debe ser materia de permanente interés público. En el año 2000, durante el gobierno de Jaime Linares presenté – en mi condición de presidente del bloque de concejales oficialistas – un proyecto de ordenanza que disponía la puesta en marcha de un sistema denominado Control Activo. La ordenanza (que hoy aún está vigente) permitía en sus comienzos, conocer absolutamente todo lo que contrató o compró el estado municipal, con quién lo hizo, a qué precio y en qué condiciones. Su instalación gratuita para las arcas municipales, fue posible merced a la inestimable colaboración del Cr. Diego Montero y al convenio suscripto con la Red Argentina de Municipios Mariano Moreno y la Fundación Oscar Alende.
El contraste entre la actitud de un vecino de la ciudad y la del gobierno municipal es notoria: cómo hacer simple lo que nos quieren hacer creer que es complicado.
Es hora que desde la actual gestión municipal se comprenda que la utilización de las tecnologías informáticas contribuye a transparentar la gestión pública a través de la participación democrática de la comunidad.
Para ello el Intendente debe garantizar la incorporación de la tecnología de referencia poniéndola a disposición de todos los habitantes de manera clara, ágil y sencilla (cosa que no hace en la actualidad).
A su vez debe comprender que la participación ciudadana a través de Internet se convierte en un aliado estratégico clave en el proceso de la toma de decisiones.
Por su parte, los vecinos debemos profundizar nuestro compromiso cívico manifestando un grado mayor de responsabilidad social, conciencia colectiva y sentido de pertenencia al conjunto de la comunidad ya sea por medio del uso de estas herramientas u otras prácticas democráticas. Ejemplo de esto último ha sido el Sr Manuel Aristarain, saludo y felicito desde estas líneas su conducta cívica.
Enviado a Solo Local por Lic. Facundo Arnaudo

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