(Notas de Usuarios) – Hugo Cañón supo ser un fiscal que trabajó incansablemente por llevar adelante las investigaciones por delitos de Lesa Humanidad cometidos durante la última dictadura militar. También incursionó en la política, presentando su candidatura a Diputado Provincial por el Nuevo Encuentro el año pasado. Por poco margen, no se hizo realidad su deseo de “patear el hormiguero” de la Cámara baja sita en La Plata. Su trabajo en la Fiscalía de la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca, lo hizo reconocido en el país, a tal punto que se convirtió en uno de los embajadores argentinos en materia de derechos humanos, consolidando una amistad con juristas de la talla del Juez español Baltasar Garzón. La semana pasada, Cañón participó de diversos actos en compañía de Garzón, que visitaba el país. Juntos formaron parte de las conmemoraciones por los desaparecidos de la última dictadura y por los muertos que dejó como saldo el atentado a la AMIA , del cual ayer se cumplieron 16 años. En esas ocasiones, estuvieron acompañados de referentes como Estela de Carlotto, Eduardo Luis Duhalde u Horacio Verbitsky. El prestigioso abogado bahiense charló con Pigüé Online, sobre ese y otros temas, que se reproduce en el artículo completo.
Doctor Cañón, lo vimos acompañando a Baltasar Garzón en el acto en conmemoración de las víctimas de la AMIA. ¿Qué sensación le produjo presenciar ese acto de vivo recuerdo?
A través del rabino Daniel Goldman -un querido amigo que integra conmigo la Comisión por la Memoria-, la AMIA me solicitó que lo invitara al juez Garzón para ser orador de fondo en el acto que se celebraría el viernes 16 de julio. Luego de combinar varios aspectos de agenda concretamos ese viaje. Pese al breve tiempo que permaneció en Argentina, sólo treinta horas, pudimos organizar varias actividades. Una de ellas fue un almuerzo con la Comisión por la Memoria , de la cual el juez Garzón es Consultor Académico. También ir a la AMIA el jueves 15, para tener una reunión con los familiares de las víctimas del atentado y colocar una ofrenda floral. Por otro lado organizamos una actividad en la ESMA para homenajear y solidarizarnos con el juez que es un ejemplo para el mundo y hoy está sufriendo una persecución en su propio país por intentar buscar verdad y justicia respecto a los crímenes del franquismo. Finalmente, se concretó el acto de AMIA el viernes 16 a la misma hora en que se produjo el atentado el 18 de julio de 1994. Fue un acto muy emotivo, doloroso, pero a su vez esperanzador. La persistencia de las víctimas, los familiares y amigos, permite mantener viva la memoria, y por otro lado buscar caminos de aplicación real de la justicia. En ese sentido el mensaje de Garzón fue un reclamo contundente para que se actúe con celeridad y eficacia desde la esfera judicial, para delimitar las responsabilidades penales, pero también civiles. Por la continuidad jurídica del Estado, existe en la actualidad responsabilidades por las complicidades, eliminación de pruebas y contaminación de la investigación en los primeros momentos cuando estaba Menem como jefe de estado. Desde los pliegues del poder se obstaculizó la investigación y se dificultó el esclarecimiento. Luego recalcó la necesidad de que se logre la captura internacional de los imputados extranjeros y que el gobierno de Irán no extradita. Ese acto fue una confirmación de los caminos que hay que recorrer, para buscar verdad, justicia y memoria.
Usted es amigo personal de Garzón. ¿Cuál es su situación actual y qué opina usted de ella?
En este momento el juez Garzón está suspendido en sus funciones y ha sido contratado para desempeñarse en la Fiscalía de la Corte Penal Internacional que está a cargo del argentino Luis Moreno Ocampo. El fundamento de la suspensión es acusarlo de haber prevaricado al no aplicar una ley como la de amnistía que rige en España en relación a los crímenes del franquismo. Esta acusación es insostenible. En primer lugar todo juez tiene derecho a opinar e interpretar la ley, y ello no es causa para removerlo. En todo caso correspondería apelar y que un tribunal superior decida si aplicó bien la ley o no. Pero en segundo lugar, no se puede decir que la ley de amnistía es de aplicación absoluta, pues con posterioridad a ella se sancionó la Constitución Española y ella prevé el respeto a los tratados internacionales y la carta de Naciones Unidas. Al ser esto así, aparece una norma jurídica superior que obliga a respetar esos tratados internacionales entre los cuales se habla de los crímenes de lesa humanidad como delitos imprescriptibles. No otra cosa son los crímenes del franquismo, y por tanto se puede abrir una investigación respecto de ellos para saber la verdad de lo ocurrido, encontrar los cadáveres de las víctimas para entregarlas a los familiares. y descorrer el velo de esa etapa nefasta para España. Pero la pretensión no es jurídica sino política. Los sectores de derecha, y algunos llamados «progresistas», quieren cerrar definitivamente la historia, sin buscar la verdad histórica. Esto lleva a pretender remover a un juez que les complica esa estrategia. E intentan destituir a Garzón, juez capaz y valiente, para enviar un mensaje a todo aquel otro juez que se anime a ir más allá de lo que permiten los hacedores de statu quo. Si esto pasa con Baltasar Garzón, cuanto más fácil será con cualquier otro magistrado. También integró ese palco Estela de Carlotto.
¿Qué opina de la candidatura de las Abuelas para el Nobel de la Paz ?
Estoy totalmente de acuerdo con la postulación de Abuelas de Plaza de Mayo para el Premio Nobel de la Paz. Es una organización con un prestigio que trasciende las fronteras nacionales y se ha convertido en un hito mayúsculo para los pueblos del mundo que luchan contra la impunidad. La perseverancia de Abuelas para buscar a los niños apropiados por la dictadura militar, a los que le privaron de identidad, a los que quisieron eliminar los vínculos y conexiones familiares, es un ejemplo para el mundo. Además, hay que resaltar que parte del plan criminal fue sacar a los niños de un grupo nacional que consideraban desviado para pasarlo a otro grupo nacional «occidental y cristiano». Esta transferencia de personas de un grupo a otro es demostrativa de la existencia de genocidio. Y esto que digo fue expresado, entre otros, por el general Riveros en carta publicada en La Nueva Provincia , hecho que expliqué cuando declaré en España ante al Audiencia Nacional en el juicio en el que se condenó al marino Scilingo.
Enviado a Solo Local por Diego Kenis
Fuente Foto: http://www.pigueonline.com/
Solo Local 
Debe estar conectado para enviar un comentario.