Bahía Blanca en la Agenda Radical

Entusiasmados con la elevada participación que tuvo la última interna y las repercusiones que la rutinaria lección de cargos generó hacia afuera del partido, los radicales de la provincia de Buenos Aires se muestran muy activos por estos días. Esta semana asumió la nueva conducción del comité bonaerense de la UCR encabezada por el alfonsinista Miguel Bazze y que integra, como puede verse en esta nota, el bahiense Víctor Bambill en el rol de tesorero. Al acto asistió, aunque tarde, el diputado nacional Ricardo Alfonsín quien horas antes había estado en Bahía Blanca para la asunción de la nueva mesa directiva del radicalismo local liderada por Aloma Sartor. Esta presencia y el creciente protagonismo que está adquiriendo la figura de Alfonsín a nivel provincial no pasaron desapercibidos para los dirigentes derrotados en la elección del 6 de junio último y que impulsan la candidatura a presidente de Julio Cobos. Así es que, como puede leerse en la misma nota de Impulso Baires, el vicepresidente de la Nación le seguirá los pasos al hijo de Raúl, su eventual competidor para 2011 y vendrá dentro de poco a Bahía Blanca. Solo Local pudo saber que será el 6 de agosto y la agenda que le están preparando a Cobos incluye una reunión protocolar con el intendente Cristian Breitenstein, una reunión abierta en el comité, un encuentro en el colegio de Ingenieros y una probable visita a la facultad regional de la Universidad Tecnológica Nacional. Antes de ser gobernador en Mendoza, Cobos fue decano de la facultad mendocina de la UTN.

En los corrillos políticos bahienses llamó la atención el estrecho acompañamiento que los Linares, Jaime y Virginia, le prodigaron a Alfonsín durante su visita del lunes pasado a Bahía Blanca. Mientras el ex intendente asistió a la conferencia de prensa que ofreció en un hotel, la diputada nacional acompañó a «Ricardito», como ella misma lo llamó, a un encuentro con jubilados y pensionados en la sede del centro Cono Sur.  Allí ambos fundamentaron su apoyo al proyecto de elevación de la jubilación mínima hasta el monto que represente el 82% móvil del salario de un trabajador en actividad. También coincidieron en que se debe trabajar mucho más para saldar la deuda que el Estado tiene con la Tercera Edad y en ese sentido resaltaron la necesidad de balancear los aportes con los haberes a pagar. «Debemos ir preparándonos para cuando seamos gobierno» fundamentó Virginia, mientras Alfonsín asintió con la cabeza.

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