(Notas de Usuarios) – Escribo estas breves líneas en la convicción de que la hora actual es la hora del decidido aporte de nuestra UCR, porque no me caben dudas de que nuestra comunidad bahiense, que busca vivir con grandeza su presente y proyectarse exitosamente al futuro requiere, imprescindiblemente, de hombres con ideas claras, con vocación de trabajo, con capacidad de entrega, con real espíritu constructivo. Tenemos experiencia exitosa de gobierno, tenemos las ideas y los proyectos, tenemos los hombres. No es menos cierto, sin embargo, que para la concreción de la empresa necesitamos un partido férreamente unido, de brazos abiertos a los retornos e inclusive de nuevos aportes. Reconstruir el radicalismo de cara al desafío del 2011, requiere que lleguemos a la etapa de renovación de las autoridades partidarias -y que la superemos, claro está- sin desangrarnos en reyertas estériles, en posicionamientos personales, que abran heridas, que nos separen y que, indefectiblemente, nos puedan debilitar.
Por el contrario, nuestra tarea militante nos obliga a abrirnos al diálogo sin condicionamientos, a la búsqueda de un consenso basado en el pluralismo, la tolerancia y la representación de los diversos sectores que componen el elenco partidario, para, de esta manera, fortalecernos a la hora de la renovación de autoridades y, luego, continuar elaborando proyectos comprensivos de todos los actores, porque necesitamos de todos: de cada militante, de cada uno de los afiliados, de cada simpatizante, de cada idea, del trabajo, del tiempo, del desafío y de la pasión que podamos poner cada uno de nosotros. El compromiso es darle respuesta real a nuestra gente, a nuestros vecinos, y estoy más que seguro que a partir de la elaboración de la unidad de nuestro partido, recorriendo el rejuvenecedor camino de la renovación de ideas, de la edificación de un proyecto consensuado de ciudad, lo vamos a lograr. Ciertamente, ello implica que abracemos comportamientos abiertos, integrativos, democráticos y solidarios, a fin de salvar las diferencias, resolver los conflictos, pacificar la confrontación y presentar a nuestra sociedad una identidad partidaria clara, sólida y creíble.Estimados amigos, sin olvidar nuestra historia, nuestra independencia y nuestros recorridos, estemos hoy más que nunca a la entera disposición de nuestro partido porque no hay compromiso de un sector, por más importante que fuere, que pueda justificar la postergación de la UCR en su conjunto, la preterición de algunos de sus hombres y la renuncia al desafío de retornar al gobierno de nuestra ciudad.Bahía Blanca nos mira, nos mensura, nos evalúa y nos busca esperanzada. Asegurémosle a Bahía Blanca, entonces, que una mejor ciudad: una ciudad vigorosa, una ciudad con pujante presente y con un futuro próspero para todos sus vecinos, una ciudad que merece ser vivida es, de la mano de las ideas y del trabajo de todos nuestros hombres, una realidad posible.
Leandro Picado – UCR – 2/5/2010.
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