Internos de diversas cárceles de la provincia de Buenos Aires coinciden en una huelga de hambre para pedir que se aceleren las causas que los tienen procesados y sin sentencia definitiva. La medida, que se inició el 19 de marzo pasado en la Unidad Penal 9 de La Plata, es un reclamo contra el endurecimiento de las normas penales y procesales y denuncia la existencia de un vacío judicial en perjuicio de los detenidos en el Servicio Penitenciario Bonaerense. Señalan como uno de los casos paradigmáticos al de Walter Carrillo, de Bahía Blanca. Estuvo trece años preso y procesado sin condena firme hasta que la justicia lo liberó porque su causa se extinguió, según él mismo cuenta en esta nota. Su caso y la marcha de la protesta, que ya se extendió a penales federales, pueden seguirse en La Cantora, colectivo social nacido hace 18 años en la Unidad Penal 4 de Villa Floresta. En su sitio digital, se informa que uno de los huelguistas falleció y que se están produciendo traslados de internos a otras cárceles para dispersar la protesta.
