«Andalgalá es un verdadero oasis ubicado en el centro norte de Catamarca. Pero la actividad minera acecha a los pobladores». El lunes 15 de febrero, cerca de cuatro mil habitantes, se unieron en protesta de las actividades que la empresa minera Agua Rica pretende llevar a cabo en esa zona. La movilización, concluyó con el desalojo de los manifestantes, ordenado por la Justicia y realizado por la policía provincial y Gendarmería Nacional, y con cerca de cuarenta detenidos, según se indica en este link A pesar de la feroz represión, la intervención policial no pudo impedir que los manifestantes destruyeran las oficinas de la empresa y el edificio de la intendencia (a quien acusan de cómplice de ésta). La consecuencia de esta resistencia, fue «la decisión judicial de suspender transitoriamente las actividades de la minera, aunque el costo de este pequeño triunfo haya sido soportar gases, palos, balas de goma y detenciones».
Tanta indignación tiene su razón de ser: en el caso de que encuentre oro, la minera «Agua Rica» pretende instalarse para realizar una explotación que implica la molienda de la roca por explosión y la utilización de cianuro para el proceso de separación de metales. Además de la destrucción ambiental que eso significa, el proyecto representaría el desalojo del pueblo entero, como explica el periodista Sergio Elguezábal en un informe, tal como se ve haciendo clic aquí.
