(Notas de Usuarios) – Hay temas muy candentes hoy, especialmente el relacionado con la falta de agua. Pero yo escribo por otro tema que es cada vez más preocupante y parece que a nadie le importa demasiado. Me refiero a la contaminación sonora en Bahía Blanca. Hay un gran porcentaje de los vehiculos y ahora motos, que circulan con sus radios o equipos de audio a máximo volumen, hasta el extremo de hacer vibrar los vidrios de las casas. El tema es como se delimita el ámbito privado en un auto y una moto. Tal vez no sería tan difícil si retornáramos a la sabia medida de que ‘mi derecho termina donde comienza el derecho de los demás‘. La cuestión es cada vez más llamativa a altas horas de la noche, cuando la ciudad duerme; uno puede escuchar acercarse un ‘bólido sonoro’ una cuadra antes de pasar y una cuadra después de haber pasado. Se ha perdido de vista el simple sentido común, de que puedo escuchar la música que me gusta sin necesidad de imponérsela a nadie, en forma arbitraria y agresiva. Me comunique con Saneamiento Ambiental al número 4550976, para solicitar me informen si hay legislación al respecto.
Me atendieron muy amablemente y me informaron que NO existe regulación de los ruidos molestos vehiculares provinientes de sus radios y estereos, solo hay para lo que es caño de escapes y ruidos del motor.
Entonces lo que hay que lograr es una ordenanza que tenga en cuenta este tema, ya que parece que la misma surge por la necesidades ya planteadas y no en forma de prevención. Ahora ¿que diferencia hay entre el ruido molesto de un motor o un caño de escape y la música a altísimos decibeles? ¿No es ruido molesto? Aclaremos que no son solo jovenes los que pasan con la musica alta; con sorpresa veo también pasar a adultos/as.
Estamos viendo surgir una población de sordos, que en breve van a ser una carga sanitaria para el país. Una persona sometida a alta sonoridad dentro del cubículo del automóvil no puede tener sus oídos sanos…y no sé su cerebro. Tampoco puede escuchar advertencias de tráfico, lo que puede poner en riesgo su vida y la de los demás. Lo extraño es ver que ni la Oficina de Tránsito, ni profesionales de la salud se inquietan por el tema. Sería interesante ver si algun edil se juega y presenta un proyecto de ordenanza, que seguro no gozará de la simpatía de muchos, a consideración del Concejo Deliberante.
Enviado a Solo Local, por Nora Santos
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