Aunque más lenta con respecto a los proyectos en Mendoza, Neuquén también se interesa en la explotación del potasio con vía de salida a través del puerto de Bahía Blanca. Como puede leerse aquí, están próximas a iniciarse las tareas de exploración en uno de los tres emprendimientos radicados en la provincia neuquina, cuyo gobierno está muy interesado en su concreción para recibir los jugosos impuestos que la actividad generará. Paralelamente, el diario Río Negro informa en esta nota que las iniciativas radicadas en tierra mendocina, cuya factibilidad ya fue aprobada, están demoradas por el atraso en la concreción de la conexión ferroviaria que transporte la producción hacia Bahía Blanca. Y este problema no es nuevo.
La carencia de una vía férrea segura para la comercialización de productos de riesgo en la región bahiense se planteó cinco años atrás cuando el puerto local estuvo en la mira para recibir la instalación de un depósito de metanol. Más allá de las objeciones judiciales que determinaron su inviabilidad temporal, el proyecto comenzó a andar. El producto, elaborado en Neuquén, es trasladado en camiones y no en tren, como contemplaba la logística original. El deficiente estado de las vías determinó que el combustible viaje a través de las rutas hacia los puertos lo que generó más de un accidente. Con relación al potasio, la multinacional Río Tinto fue la primera que puso sus ojos en la estación marítima bahiense como zona de depósito y plataforma de exportación del mineral a extraer en Mendoza. Las gestiones iniciadas por esa firma ante el consorcio de Gestión del puerto para obtener un predio donde instalarse fueron continuadas por los directivos de la empresa brasileña Vale, que absorbió a Río Tinto. Los terrenos están ubicados en proximidades de la ruta 252, muy cerca de las parcelas asignadas para la instalación de la futura zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales.
