Aymará y Juan Francisco son dos jóvenes nacidos nuestra ciudad, que partieron desde Bahía Blanca el 15 de junio de 2008 con un sueño: recorrer América, viajando desde Argentina hasta Alaska en una Ika Modelo Estanciera 1965. El proyecto comenzó hace casi 4 años, con el fin de descubrir y vivir la realidad del mundo, hacer un fuerte hincapié en el intercambio cultural basándose en charlas cotidianas, música, lugares comunes, modos de hablar, ideas y costumbres. Hoy, llevan recorrido 28402 Km. en 542 días y todo lo vivido, experiencias y anécdotas quedan plasmadas en un blog, creado por ellos. Este sitio conduce al lector a navegar por paisajes increíbles y conocer paso a paso la historia de esta pareja aventurera. En el mes de diciembre, transitaron las calles de varias ciudades mexicanas como Oaxaca y Puerto Escondido. Ahora se dirigen a Puebla, México DF, Guadalajara, Sinaloa, Sonora y Baja California, esperando cruzar a Estados Unidos por Tijuana, en febrero. Lo llamativo es que, esta pareja se hizo querer a través de la Web, en la que cuentan su historia de aventura, de riesgo, de lanzarse a lo desconocido, a experimentar buenos y malos días en su hoja de ruta, rebuscándoselas para conseguir dinero, tratando de vender pequeños relatos de su viaje y varias postales, recibiendo la solidaridad y el apoyo en cada lugar que visitan.
Es tan especial este recorrido soñado, que muchos los ven pasar y los invitan a sus hogares para robarles las anécdotas de la travesía. Desde su blog www.uniendolastresamericas.blogspot.com , invitan a todos aquellos que se interesen por el proyecto, a que colaboren, no solo hablamos de lo material si no al aporte de ideas, consejos, críticas y ¿por qué no? A un abrazo en cada parada para hacerlos sentir como en su casa. “Uniendo las tres Américas” es la meta de estos jóvenes bahienses que intentan crecer y conocer el mundo para luego volver a casa y enseñar lo que quizás se perdió aquí y lo que, por el contrario, mantenemos como argentinos. Aymará y Juan Francisco se dirigen a Alaska y hoy más que nunca, en este último tramo, necesitan palabras de aliento. Cualquier persona se siente identificada con esta ilusión de libertad y estos jóvenes, cumpliendo su cometido, dejan en cada uno de los bahienses, que recorren su historia, una enseñanza muy grande, no existen los sueños imposibles, porque es imposible no soñar.

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