(Editorial) – Hoy es Navidad; pero para muchos, la celebración se empañó. Ayer, la ciudad de Bahía Blanca mostró nuevamente su peor costado: una represión inexplicable, absurda, que traspasó todas las barreras del sentido común, tuvo lugar en Ingeniero White. Los pescadores artesanales esperaron pacientemente durante más de un año, y más recientemente en las últimas semanas, apostados a la vera de los accesos portuarios, por la solución que el gobierno municipal y provincial les habían prometido: reconversión laboral. Los peces que capturaban y les permitían mantener a sus familias dignamente, ya no están. Migraron a aguas más propicias para su reproducción. Los peces que se capturan ahora, algunos deformes (ver foto en el artículo completo), se transformaron en no comercializables. Nadie quiere consumir pescado de la ría. Una descarada contaminación incesante, viene descargando metales pesados e hidrocarburos al estuario de Bahía Blanca desde hace por lo menos 20 años. Nadie hizo nada. Los poderes de turno minimizaron el problema, convirtiendo a los derrames en «incidentes» y a las descargas irresponsables de efluentes industriales en «el costo del progreso». El intendente, más preocupado por el humo del cigarrillo que por los cancerígenos contaminantes de la industria química y petroquímica, miró para otro lado. Dijo que todavía nadie le dijo que la ría estaba contaminada. Como si no tuviera a su disposición más de un centenar de estudios académicos que así lo confirman. A los científicos, también les cabe lo suyo. Siempre dicen lo mismo: que necesitan más estudios. En realidad, lo que necesitan es más financiamiento para seguir haciendo lo que hacen, pero no desconocen en absoluto la situación. Ayer, la ayuda esperada no llegó. Los pescadores esperaban el dinero que les permitiría adquirir embarcaciones de mayor porte. Pero cuando les dijeron que se trata de 2,000 pesos por pescador, para la reparación de las mismas lanchas que ya no les sirven, se desató la furia. Prefectura comenzó a reprimir, después llegó la Policía. Golpes, gases lacrimógenos, balas de goma, machetazos (ver video). Los pescadores se refugiaron en la Iglesia Exaltación de la Santa Cruz, pero ni el escenario ni la víspera de Navidad importaron: las fuerzas de seguridad entraron al templo y molieron a golpes a los que allí se refugiaban. ¿Pero qué les pasa?, ¿han perdido la razón?
Reprimir en la Iglesia
La comunidad whitense, ya no los pescadores, sino los vecinos comunes, salió a la calle. Porque si hay una comunidad que no se queda en su casa cuando algo pasa en el pequeño pueblo portuario, es ésta. Dentro del templo, uno de los manifestantes, por error, creyó que el cura dejó pasar a la Policía a la Iglesia y le pegó una trompada. La imagen del párroco, llorando y preguntándose por qué le pegaron, es desgarradora (ver video).
Todo fue confusión, pero hay que dejar sentado de qué lado queda la barbarie. Cualquier manifestante podría tirar una piedra, pero una simple piedra no es justificativo para que se emprenda una represión como la que registraron las cámaras de televisión.Si un grupo se desborda, las fuerzas del Estado no pueden hacer lo mismo. En principio por la desigualdad de poder entre ambos grupos. Luego, el Estado no tiene el deber, tiene la obligación de componer la calma y promover el diálogo.
Siempre hablamos en esta revista digital de los nefastos efectos en nuestra sociedad de la derecha bahiense, de su burguesía acomodada a expensas de los que menos tienen, de su gorilaje altanero. En las últimas 24 horas la verdad se contó a medias, haciendo más hincapié en los vidrios rotos del Consorcio de Gestión del Puerto, que en los palos que cayeron sobre las costillas de los pescadores. Y se cuidan muy bien de no hacer foco en un hecho que no tiene precedentes en la ciudad: entrar a la Iglesia para reprimir como se hizo. Nadie da la cara. Nadie dice de quién fue la orden de entrar a la iglesia, espacio religioso que nunca debió ser escenario de semejante atropello. Porque no se trataba de perseguir a un violador de menores ni a un asesino serial. Estamos hablando de manifesantes, de pescadores artesanales que fueron al templo en busca de refugio. La policía NUNCA debió haber entrado allí; los pescadores fueron al templo para protegerse, no para atacar a nadie, ya que todos estaban desarmados.
Salvando las diferencias históricas, culturales y de escenario, estamos a las puertas de factores de cambio en la ciudad de Bahía Blanca. La comunidad no soportará más el disfraz que se le impuso al tema de la contaminación del estuario de Bahía Blanca y no caben dudas que así como ocurrió con el escape de cloro de Solvay Indupa y de amoníaco de Profertil, saldrá a la calle ante el menor accidente o delito ecológico que se cometa.
Por si no se dieron cuenta, esta no es la misma sociedad bahiense de los 80, en la que la mayoría recibía plácidamente el discurso oficial. Ahora los vecinos participan, se involucran, forman redes sociales, crean grupos en Facebook y hasta se atreven a investigar cuando por distintas razones, los medios no lo hacen.
La gente, es bueno que los gobernantes lo sepan, ya no cree en los cantitos de las publicidades que cuestan fortunas, siempre estratégicamente manejadas por Rex Publicidad, la que se enriqueció gracias a las millonarias pautas comerciales de las empresas del Polo Petroquímico. Esta agencia, castiga con menores pautas de publicidad a los medios que opinan contrariamente a sus intereses y premia a los que se limitan a contar la versión oficial de los hechos. Es la misma agencia de publicidad del gobierno municipal. Para esta élite, corporación político-empresaria denunciada por el ex fiscal federal Hugo O. Cañon, (ver video), los que pensamos diferente somos fundamentalistas del medioambiente y mereceríamos estar en otro lugar diferente del que estamos. El intendente municipal, alcanzado por la denuncia de Cañón, debería dar explicaciones a la gente sobre por qué un templo católico, religión a la que adhiere, fue violentado de semajante manera. Muchos bahienses estamos esperando una señal de cordura de su parte.
Enlaces relacionados:
Imágenes Canal 7:
http://www.youtube.com/watch?v=lu_f6LJ1ALo (ingreso a la Iglesia)
http://www.youtube.com/watch?v=FdUR8hihc5U (inicio del conflicto, día 24)
Imágenes Canal 9:
http://www.youtube.com/watch?v=OhPNW6XqUXM
Denuncia Contaminación de los Pescadores, Canal 9:
http://www.youtube.com/watch?v=2qsTFTqQeBc
Antecedente incidentes Prefectura-Pescadores, Febrero 2009, Canal 7:
http://www.youtube.com/watch?v=yRSQ5Pq9vf8
Graves Incidentes Prefectura-Pescadores, Febrero 2009, Canal 7:
http://www.youtube.com/watch?v=W1vSsxfAjR8
Relato de una vecina:
Peces Ulcerados, capturados en enero de 2009

Fotos de las detenciones dentro de la Iglesia:

Detención de Claudio Onoratto dentro de la Iglesia

Detenidos en el hall de la parroquia

Detenciones en la Iglesia Exaltación de la Santa Cruz


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