(Notas de Usuarios) – En materia de inseguridad están sucediendo situaciones demasiado graves como para que personas con responsabilidad institucional se dejen tentar por el estúpido instinto de la mediocridad destinado a esbozar consignas impostoras. Por estos días el Presidente del Concejo Deliberante, al referirse a la situación de inseguridad dijo públicamente: “la realidad social de la ciudad y el país determinan que necesitamos más mano dura y más restricción a los derechos individuales”…” “tampoco hay que ser tan garantista, porque hay veces que la realidad social prima sobre las garantías constitucionales”. Es de esperar que sólo estemos ante un simple accidente verbal donde la escasa imaginación política ha llevado a este joven proveniente del derecho, a repetir premisas agotadas y peligrosas. En lo personal no creo que el edil pertenezca a un núcleo de intolerancia, no es al menos lo que parece transmitir su persona, simplemente pienso que ignora lo que dice y las consecuencias que sus dichos pueden tener. Considerando su investidura es igualmente grave. (lea el resto de la entrada en el artículo completo)
El uso de la palabra en un nivel institucional siempre persigue definir algo, de ahí que si el concejal no aclara y rectifica sus dichos, estamos ante un problema muy delicado.
Toda cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, debería reflexionar sobre ello el novel presidente del cuerpo.
