Acaba de publicarse en la Web un estudio sobre la concentración y distribución de metales pasados tales como Cromo y Plomo, en el estuario de Bahía Blanca. La zona fue definida por sus autores como un área fuertemente influenciada por el stress urbano e industrial. El trabajo, desarrollado por investigadores del Instituto Argentino de Oceanografía, así como de la UTN y la UNS, concluye que los mayores niveles de contaminación se observaron en las zonas cercanas a la descarga de efluentes industriales, así como cerca de donde se vuelcan aguas residuales. La investigación, no sólo analizó la presencia de metales en el agua sino también en sedimentos y partículas de materia suspendidas. En base a los resultados obtenidos, estas últimas serían las mayores portadoras de los metales estudiados. Si quiere leer el extracto del trabajo haga clic aquí,.
En la nota, Estuario de Bahía Blanca: Una Historia de Peces Ulcerados y Lentitud Estatal, publicada por Solo Local en enero pasado, ya se alertaba sobre el origen de la contaminación de los seres vivos que habitan en el estuario bahiense. En cuanto al plomo, cuya toxicidad al entrar en contacto con el agua puede ser muy elevada, según se consigna en este enlace, el estudio revela que un porcentaje significativo de su presencia en el área relevada se debe a la actividad humana que se desarrolla en torno al ecosistema marino.
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