El subsuelo de Bahía Blanca se caracteriza por la abundancia de agua subterránea, cuya disponibilidad depende de la calidad y profundidad de las napas. Los caudales que pueden obtenerse del acuífero profundo (que se halla entre los 600 y 840 metros bajo el nivel del mar) varían en el orden de los 800 y 4000 litros de agua por hora y su temperatura oscila entre los 45º C y los 72º C, según se sabe, al menos, desde 1994. Esto es lo que puede leerse en un documento presentado en el 2002 durante el XIII Congreso de la Asociación Internacional de Historia Económica. El paper, titulado «Inversiones Extranjeras y Servicios Públicos: Problemas y Conflictos«, fue elaborado por las investigadoras Silvia B. Grippo y Stella M. Visciarelli. Relata que el clima de Bahía Blanca está caracterizado como semiárido o subhúmedo, en función de las precipitaciones. Si bien el promedio anual de lluvias es de 500 milímetros, a poco que se analizan las estadísticas se advierte que toda la región tiene un régimen hídrico deficitario. Si quiere leer el texto completo del trabajo, haga click en este enlace. Lo interesante del caso es que Solo Local encontró este documento en uno de los foros que debaten por estas horas los bahienses en Facebook, denominado «Capitales que Matan en Silencio: el Polo Petroquímico«, al que se accede mediante este link.
Ya en 1978 se previeron varias alternativas para superar los períodos de sequía, como construir a corto plazo un total de 48 pozos subterráneos, básicamente por el aumento de la demanda que implicó la radicación de Petroquímica Bahía Blanca. Pero ninguno de esos proyectos se concretó. La falta de inversiones públicas, como consecuencia del desfinanciamiento del Estado en los ’80, provocó el deterioro de la infraestructura existente y de la calidad del servicio. También se reporta que para 1997 el sector industrial consumía aproximadamente el 14% del agua proveniente de Paso Piedras, que equivale a 20.000 m3. Hoy ese porcentaje aumentó, al menos, hasta el 20 %.

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