(Notas de Usuarios) – En estos días muchos intentan realizar un análisis del “por que” de la situación actual de gran parte del sudoeste bonaerense. A simple vista, salta el hecho de que se atraviesa la peor crisis climática que se haya vivido por estos lares, que más allá de los números finales que indican los pluviómetros anuales, es la más grave si la estudiamos en la continuidad de los tres últimos años. Un clima errático, con escasas primaveras; largos calurosos y ventosos veranos; otoños secos e inviernos que fluctúan desde records históricos de heladas hasta nevadas que superan cualquier recuerdo memorioso de estos pagos..Hasta aquí solo podemos culpar al calentamiento global, a los ciclos de Glabe – Ingeniero reconocido por sus estudios climáticos -, a la maldición divina y ya que estamos seguramente también alguno dirá que la soja tiene la culpa. Pero el hombre también posee herramientas. Si , las mismas herramientas que desoye como en el caso de innumerables pronósticos que vienen adelantando hace varios años la presencia de un ciclo seco, sin que nadie haga absolutamente nada – para muestra basta pensar en falta de inversión en infraestructura para la provisión de agua de la ciudad más grande de todo el sudoeste-. Así entonces, los políticos parecen desconocer cualquier predicción que vaya más allá de las elecciones a sus cargos, tanto en lo social, lo agropecuario o lo que fuere.
También es cierto que los hombres a través del mal uso de otras herramientas, han logrado que junto con la falta de lluvias y la sequía de ideas estatales, la crisis de nuestros suelos haya llegado a lo que llego. Cómo es posible que tras años de sequía y pronósticos de vientos y escasas lluvias, a alguien se le ocurra que un arado de disco o de rejas pueda ser una buena apuesta? Hasta cuando vamos a seguir erosionando sin buscar las alternativas propias para esta región como lo es la siembra directa? Y la rotación de los cultivos? La agricultura y la ganadería mixta?
Acaso los pastoreos rotativos no nacieron en los 50´ a causa de la sequía, donde se buscaba un manejo eficiente de los potreros? O los estacionamientos de los rodeos buscando las mejores alternativas nutricionales para la reproducción, como es posible ver animales en servicio todo el año? Y la estimación de carga animal por kg de pasto por hectárea? Cuántos potreros se han destruido por sobrepastoreo? Todo está en el olvido. Lo que aquellos viejos productores trabajaron en la búsqueda de un mejor aprovechamiento climático y de los suelos, hoy solo está puesto en la búsqueda de una lotería de precios que como en cualquier juego de azar, se pierde más de lo que se gana.
Un estado propenso a intervenir lo que no debe, no ha hecho absolutamente nada en pos de salvaguardar la producción que en definitiva termina en la mesa de todos nosotros. Es el Estado a través de sus organismos – leáse INTA, Ministerio de Agricultura y de Asuntos Agrarios – el primer interesado y el primer responsable de que nuestra región no llegue a un extremo, que en casos como en la zona del secano al sur de Bahía Blanca, está próxima al no retorno productivo. En todo caso, los técnicos de estos organismos, a través de informes individuales para cada uno de los campos, deberían ser quienes manejen cualquier fondo (crédito o subsidio –plata o granos-) que posibiliten una subsitencia o un retorno al circuito de parte de estos productores, que en muchos casos, han sido junto a la desidia estatal, a la falta de lluvias y al desmanejo de sus campos, los co-responsables de la situación actual. Así entonces bajo la elaboración de planes estratégicos, pensados, aprobados y manejados por personal idóneo, debería ser el camino lógico para un sector, que sin dar las alegrías que produce el fútbol para todos, seguramente producirá en alimentos, lo que millones de hinchas necesitan para sus mesas….
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