(Editorial) – Ciertamente sorprendió a algunos integrantes del Comité de Control y Monitoreo de Medio Ambiente (CCyM) que Solo Local haya difundido el resultado de una votación en la que se le negó el ingreso a la Asociación Ambientalista Hermana Tierra. Esta es la conclusión a la que se llega tras la lectura del acta de la reunión del pasado 8 de septiembre, tal como puede leerse haciendo click en este enlace. Allí se lee que el Ingeniero Fernando Rey Saravia manifestó que Solo Local difundió la noticia a las pocas horas de la votacion, como si tal hecho le llamara la atención, ya que las actas tardan más de 15 días en ser incorporadas a la Web Municipal. Luego, preocupados por la escasa difusión que las acciones de control tienen en los medios de prensa, expusieron ideas sobre cómo mejorar la comunicación entre el CCyM y la comunidad, barajando distintas alternativas, entre ellas la elaboración de un comunicado de prensa o previendo el funcionamiento de una subcomisión de prensa. Ninguna de ellas sería necesaria si las reuniones del CCyM fueran a puertas abiertas y el periodismo tuviera acceso a las mismas, cosa que inexplicablemente nos es vedado. Se trata de una decisión política equivocada que paradójicamente acentúa aún más el problema que quieren resolver. Nada de lo que se diga dentro del CCyM o que realice el CTE, puede revestir la condición de reservado; la cuestión ambiental es demasiado importante y afecta lo suficiente las vidas de todos como para que alguien pueda pensar que determinados datos no merecen ser expuestos, ya que son de interés indiscutido y devienen del funcionamiento de un organismo en el marco de un escenario que es público. Suponer que los periodistas tergiversaremos lo escuchado en las reuniones subestima nuestra capacidad de comprensión. Con relación a esta cuestión, tal como puede leerse en el acta mencionada, no deja de llamar la atención una declaración de la Ingeniera Olga Cifuentes, quien refiriéndose a esta revista digital, hizo mención a un pedido que difundimos oportunamente (leer aquí) del señor Omar Curcio, para dar de baja del CCyM a la Mesa Coordinadora de Colegios Profesionales, debido a sus inasistencias reiteradas. Refutaremos este punto en el artículo completo.
La profesional aclaró que no fue Curcio, sino ella quien hizo tal petición. Y afirmó: «es obvio que hay alguien en la mesa que lleva información a la prensa, solicitando que la fuente sea responsable en los datos que brinda, correcta y no mal intencionada».
Muy lejos del pensamiento de la profesional, nuestros contenidos no se basan en información proporcionada por fuentes orales, sino basicamente digitales, así como de usuarios registrados en nuestro sistema, (tal como refleja nuestra declaración de principios que se pueden leer en este link), y ambas están lejos de ser malintencionadas, ya que son sometidas necesariamente a una revisión crítica.
El dato al que alude Cifuentes fue extraído del acta que publicó el sitio Web del Municipio, en la que claramente, como se podrá ver en la imagen que resulta de la captura de pantalla, se incluyó una nota escrita a mano, firmada por el propio Curcio, solicitando la desafectación de varias ONGs del CCyM, entre ellas la que citó.
En realidad, en aquella oportunidad, el acta refleja que Cifuentes sí sugirió que las instituciones que deben estar por ley presentes, pero que no asisten, como no es posible excluirlas, al menos no se las tenga en cuenta para determinar el quorum. Eso es muy diferente a lo que Curcio pidió por escrito y a lo que nosotros reportamos: pidió la depuración de los integrantes del cuerpo, debido a las reiteradas inasistencias de distintas organizaciones, que en lo que va del año, – según puede leerse aquí, (ver pág. 7) -, no han concurrido ni siquiera a un solo encuentro.
Es de esperar que el CCyM no siga considerando como compleja la decisión que debe tomar con relación a la difusión de las tareas que realiza. Vivimos en un mundo diferente al de hace unos pocos años y nada peor para un organismo de control, que la regulación del contenido de sus acciones. Una política de puertas abiertas, donde se generen espacios de consulta entre reporteros y miembros del CCyM, incluyendo al CTE, sería lo más saludable y lo más transparente.
Es claro que a las empresas involucradas, asentadas en el Polo Petroquímico y responsables de los escapes, eventos, incidentes o como quieran llamar a los sucesos que ocasionan daño ambiental, nunca convalidarán la exposición plena de las acciones del CCyM ni del CTE. Más bien, la experiencia nos demuestra que estas compañías tienden a minimizar sus infracciones o violaciones a las leyes vigentes, muchas veces distorsionando la verdad, como cuando la AIQBB sustuvo que la ría de Bahía Blanca gozaba de buena salud, basándose en la interpretación parcial de un estudio científico, que en realidad alertaba sobre situaciones no deseadas.
Mal que les pese a estos grupos industriales, ni el CCyM, ni el CTE, ni la prensa honesta, tienen por misión complacer sus deseos.
Lamentablemente, aunque sabemos que los controles se realizan, no siempre recibimos suficiente información sobre las multas que se aplican, ya que aunque la información local suele abundar, la provincial, como la de la Autoridad del Agua, suele brillar por su ausencia.
Captura de pantalla del acta de la reunión del CCyM obtenida del link: http://www.bahiablanca.gov.ar/cte/ccym_actas/reunion131_30-06-2009.pdf


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