Yo Lo Ví Tocar a Ramiro Musotto

Una gran parte de la historia de la música contemporánea de Bahía Blanca se va con Ramiro Musotto.  Y así como miles de bahienses contemporáneos podremos contarles a nuestros hijos y descendientes dentro de algunos años que alguna vez vimos jugar en una cancha de la ciudad a Emanuel Ginóbili lo mismo diremos con orgullo de haber visto arriba de un escenario a Ramiro.  Y no una vez.  Decenas de veces. El acervo cultural de esta ciudad ha perdido a uno de sus más grandes.  Por suerte quedan videos donde el arte y el increíble sonido del berimbau ejecutado por las manos prodigiosas de Ramiro seguirán vivos por siempre.

Desde que a comienzos de los 80 aquel maravilloso grupo instrumental Mate (Pedro Giorlandini, Laucha Iencenella, Ciego Moreno y él) comenzara de abajo tocando en varios lugares (recuerdo una actuación en el Cine Monte de Monte Hermoso en una primavera) y llegara a llenar el Teatro Municipal hasta sus últimas y afortunadas visitas de presentación de Sudaka ó Civilización & Barbarie en el mismo Teatro más de dos décadas después.  Y sin olvidar aquellas mágicas batucadas que lo tenían como lider espiritual recorriendo las calles de la ciudad en los primeros minutos de cada Año Nuevo sacudiendo la pacatería y parsimonia tan típicas de esta sociedad.  Esos sonidos acompasados de bombos, redoblantes y timbales fueron durante varios años nuestros propios Villancicos de Navidad y ya son patrimonio de esta tierra. La semejanza con Manu no es casual, más allá de que a ambos les llamaran Narigón.  Así como Ginóbili brilló y brilla en la Catedral de los creadores del básquetbol, Ramiro lo logró antes en el país de los percusionistas.  Meterse en ese Olimpo y lograrse el respeto que se logró entre dioses de la música como Caetano Veloso, Gal Costa, Paralamas y Daniela Mercury, entre otros con los que grabó y produjo, no se logra de casualidad.  ¡Salud Musotto!  Se te va a extrañar.

Vea y oiga a Musotto en: Tezcatlipoca, Botellero, Ijexa, Torcazas/ledakerouac, Oxumaré, Berimbau