«Reunión de trabajo por Bahía Blanca». Bajo esta denominación, la subsecretaría de Medios de la gobernación provincial distribuyó esta foto en la que se ve al intendente Cristian Breitenstein con un bastante demacrado Daniel Scioli. La imagen fue tomada el viernes durante el encuentro que ambos mantuvieron en la sede que el Banco de la Provincia de Buenos Aires tiene en Capital Federal a menos de una semana de las duras elecciones para el oficialismo en la provincia. Unas horas antes, el jefe comunal había reconocido que su lista de concejales, ajustada ganadora del comicio local aún sin cifras oficiales, había sufrido demasiado la «mochila» que significó llevar en la otra punta de la boleta a nombres como el de Néstor Kirchner y … el del propio Scioli! Semejante confesión recibió una inusual réplica del director del Bapro Dámaso Larraburu, paradójicamente dueño de casa del nuevo cónclave porteño entre el gobernador y el intendente.
Según el parte de prensa oficial acerca de esa reunión, ambos funcionarios «repasaron la agenda de tareas pendientes para ese distrito». Agrega el despacho 786 que Scioli planteó «una próxima visita a Bahía Blanca para continuar las acciones en marcha». ¿Otra más? Será una buena oportunidad entonces para que el gobernador responda también las muchas «preguntas pendientes» que dejó en sus recientes, reiteradas y fugaces visitas a la ciudad antes del fatídico 28. Aunque una ya la respondió horas después de la derrota electoral y es que no asumirá como diputado y completará su mandato en La Plata hasta 2011. Otra certeza es que cuando lo reciba, díficilmente Breitenstein lo vuelva a presentar como «el futuro presidente de los argentinos».
