«Detrás de toda crisis, hay una oportunidad». Hoy en día, a esta frase la repiten casi como un mantra todos aquellos que aún persisten en ver el vaso medio lleno, en medio de una debacle económica angloglobal que no deja de batir récords negativos, como el reciente anuncio del incremento intermensual en la tasa de desempleo en Estados Unidos, el más elevado en dos décadas. Basados en el Tai Chi ó en la menos mística convicción de que Dios sigue siendo argentino, ellos confían en que eso de las caídas y recaídas cíclicas en la economía del país, nos curtieron tanto el cuero que ahora nada nos puede asustar y nos animamos a lo que venga, por más duro que lo pinten. Este lema, que el kirchnerismo adoptó casi como un slogan tácito, pareció teñir también al mensaje del intendente municipal y sus fieles soldados en el Concejo Deliberante…al menos hasta ahora.
En la última sesión de 2008, el proyecto para conformar un Comité de Crisis dentro del marco de la Agenda de Desarrollo fue aprobado sólo por mayoría. El bloque oficialista que encabeza el obediente Marcelo Ciccola, por entonces dijo no a la iniciativa que el radical Juan Pedro Tunessi elaborara días después de arribar desde el país del ojo del huracán. Dicho comité «tendrá la finalidad de instrumentar acciones destinadas a proteger el empleo promoviendo acciones o medidas a nivel local y/o demandando la instrumentación a nivel local de planes o programas instrumentados a niveles Provincial y Nacional, con idéntico propósito» puede leerse en la iniciativa. Entre los fundamentos para su creación, esbozados a fines del mes de noviembre, Tunessi sostenía que la crisis financiera «ha impactado directamente en el proceso económico local y sin ser alarmistas, los números indican que la demanda global a nivel internacional ha caído casi el 40% y eso va a impactar en lo inmediato». Para fogonear el debate, el presidente del Concejo convocó al recinto a comienzos de diciembre, a todos los sectores de la vida económica y social de la ciudad. Allí un empresario de la construcción encendió la luz de alarma cuando reveló que, debido a la crisis criolla del campo, a los efectos post-corralito (no el de Cavallo-De la Rúa sino el que prohibió por 90 días obras edilicias nuevas en los barrios Universitario y Napostá) y sin que todavía llegara a estas costas la crisis gringa, la demanda de obreros en ese sector, multiplicador de la economía, ya había caído en 1500 obreros en pocos meses. Y que eso era solo el comienzo de lo que vendrá… A esa reunión, acudieron titulares de varias entidades, pero faltó la representación de la primera línea de batalla de la guerra que se avecina: la de los trabajadores. La CGT local, que acababa de elegir al uocrista Humberto Monteros para conducirla, brilló por su ausencia. A poco más de dos meses de la presentación del proyecto para crear un comité de crisis y a casi un medio y medio de su sanción, no unánime, en el Concejo Deliberante, el municipio acaba de lanzar su propia Mesa de Crisis. Y a que no saben a quién le da la primera silla en el convite? Sí! A los muchachos cegetistas! Justo en el día en que Cristina se presentó ante el rey y el presidente de España con la compañía de Hugo Moyano y sus muchachos, el parte municipal de prensa da cuenta del encuentro en Alsina 65 entre Cristian Breitenstein y miembros de la conducción local de la central obrera donde los representantes gremiales «manifestaron su preocupación por la crisis que se presenta a nivel internacional, con repercusión en el ámbito nacional y los inconvenientes que traerá aparejado tanto en el ámbito regional como local». Les suena conocido? Según se anunció, la Mesa estará integrada por empresarios y gremialistas, «con el fin de evaluar las problemáticas a medida que se presenten situaciones adversas». La creación del Comité por el Concejo y la integración de la Mesa por el Ejecutivo, será un nuevo capítulo más en la zigzaguante relación entre el intendente y el presidente del Concejo, quienes la semana pasada se cruzaron dardos por el reciente conflicto por la pesca? Marcará el comienzo oficial del año electoral 2009 en la ciudad? O no será que esa fuerte, dura e inédita protesta que se vivió durante diez días en Ingeniero White habrá sido la primera batalla de la guerra que se viene?
