Como ocurre en Buenos Aires después de cada Boca-River, Bahía Blanca también tiene su guerra de afiches. O de registros. Tal como lo había advertido el último jueves, Breitenstein cumplió este fin de semana con su anuncio de publicación en el diario local de una convocatoria a aspirantes a ingresar en el municipio.
En pleno conflicto con sus propios empleados, el gobierno tienta a choferes, obreros, serenos, arquitectos, ingenieros, electricistas, trabajadores sociales y administrativos a ingresar a la planta municipal. Claro que no les asegura nada porque en la solicitada a cinco columnas y más de media página que pagó sábado y domingo en LNP (¿a cuántos miles de pesos?), la invitación reza “…para la eventual cobertura de los siguientes cargos”. Se ve que aún hay esperanzas de resolver el entuerto con las huestes de Rech, Agüero y compañía que este fin de semana no registró avances significativos. Tras cuatro días de paro y ninguna flor (más bien unas cuentas espinas, con la apertura del registro, la amenaza de descuento de los días de huelga y otras azuzadas más), hoy lunes la soberana asamblea en el club Independiente deberá definir si sube la apuesta ó se empapa del clima navideño y levanta el pie del acelerador de las medidas de fuerza.
A la misma hora, en el departamento de Recursos Humanos del primer piso de Alsina 43, se podrá ver a los primeros aspirantes a ingresar a la plantilla municipal, curriculums bajo el brazo, presentándose a la convocatoria que estará abierta hasta el 15 de enero. Mientras los contendientes miden fuerzas y presupuestos, el Encuentro Amplio, salió con ironía a responderle al intendente que considera a Integración Ciudadana, la agrupación que integra EA, una de las que ponen palos en la rueda en la política bahiense. La réplica llegó con la “apertura” de otro registro que comparte con el oficial el mismo fin: resolver el conflicto con los municipales.

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